El día amaneció triste y oscuro, incluso orvallando, pero eso no nos asustó y sobre las 11:30 de la mañana llegaban todos a la finca; el tiempo nos dio entonces una tregua y empezamos a desarrollar la multitud de actividades que teníamos previstas para el día.
Primero pudieron conocer a todos los habitantes de “As Salgueiras” en su entorno natural: caballos, burros, mula, perros, cerdito vietnamita, vacas cachenas, etc…adentrándose en las manadas y conociendo las particularidades de cada animal.
Posteriormente disfrutaron de un paseo en coche de caballos que hizo que poco a poco se les empezase a abrir el apetito. La comida en grupo sirvió para fomentar la convivencia, compartimos empanada y brownies y pudimos percatarnos de lo enriquecedor que suponía tener hasta siete nacionalidades distintas entre los niños.
Una vez recuperadas fuerzas nos dirigimos a reunir a la manada de ponys; por equipos y ayudados de algo de fruta, debían conseguir coger a un pony y llevarlo a la zona de duchas. Una vez todos allí, y previa charla de manejo y cuidados del pony, todos se dispusieron a llevar lo aprendido a la práctica. Los ponys quedaron guapísimos con todas sus crines trenzadas.
Para terminar la jornada un relajante paseo en mula y caballo, donde los niños demostraron su destreza como jinetes.
Fue un día completo y lleno de emociones, en el que todos disfrutamos. Alguno volvió a casa de barro hasta las rodillas, pero contando emocionado a sus padres todo lo que había vivido. Nos encantó tener un grupo tan alegre y participativo y quedamos emplazados para repetir en primavera, cuando el tiempo y el paisaje hayan cambiado, para llevar a cabo nuevas actividades.
Foto de Grupo para despedir la Jornada |