Como cada mañana, los medios de comunicación nos recuerdan una noble causa con la que se suele etiquetar al día en cuestión como “Día Internacional de…esto o aquello”. El lunes 28 de mayo se celebraron a saber: El día de la Salud de la Mujeres, el "Día del Juego" y el "Día de la Nutrición".
Es por ello, que no quería dejar pasar la
ocasión de relacionar los dos últimos en una pequeña reflexión. Sobre todo a
tenor de los datos con los que últimamente nos advierten que nuestros niños
cada vez presentan mayor sobrepeso y que cada vez juegan menos y dejan de
hacerlo más pronto. Parece una broma de mal gusto que en el país de la dieta
mediterránea suceda lo primero: uno de los índices de sobrepeso mayores de la Unión Europea. Y es
que según los expertos comemos mejor que los Suecos por poner un ejemplo. Pero
también parece ser que sus hijos juegan muchas más horas que los nuestros. Y lo
hacen practicando juegos en la naturaleza, que es una de las mejores formas de
ejercicio físico.
A priori parece bastante simple (y
barato, en consonancia con la tan nombrada austeridad últimamente) que una sencilla relación de las 2 conmemoraciones al
día de hoy, sería una receta más que saludable para nuestros pequeños.
Ya hemos comentado en este foro en
innumerables ocasiones la cantidad de beneficios que reporta el juego, sobre
todo si es practicado en la naturaleza. El educar a los niños a través del
juego natural tiene muchas conexiones con una alimentación saludable. Recuerdo
mi infancia cuando jugamos en el bosque.
Pirámide de Alimentos |
La merienda que nos hacían en casa
(bastante más sana que la de hoy) no nos hacía tanta gracia como coger las
frutas de los árboles y beber de las fuentes naturales que antes poblaban
Galicia. Y si alguno lo estáis pensando…es verdad, la fruta adquirida de los
árboles era más que ecológica, pero también era propiedad privada. No existía
mayor juego para mí y mis amigos que trepar un muro de piedra ajeno para
alcanzar peras, manzanas, nueces, … Frutas que poblaban nuestras cestas en casa
e incluso en la mayoría de los casos árboles propios. Pero nada nos aportaba
tanto placer como “alcanzar el tesoro de adquirirla de allí”. No pretendo hacer
aquí apología de adiestramiento infantil en cómo delinquir, sino advertir que
el juego en la naturaleza pone en valor el respeto hacia ella misma, lo que nos
regala cada día y lo que en ella nace para alimentarnos. Mi hija nunca quiere
comerse la lechuga, mejor dicho nunca quería. Tuvo que venir su “profesor de
huerto” para que apreciase el fascinante milagro de que una lechuga podía ser
plantada en una maceta, y con los cuidados pertinentes que ella le prestaba
creció lo suficiente para poder ser consumida. Pasamos en casa de un “no quiero
comerla” a un “cuándo puedo comérmela!!??”.
Muñeco Michelín |
No parece por tanto nada descabellado
mentalizar a educadores, políticos, sanitarios…(que no a los niños) en que se
fomenten iniciativas para que los niños jueguen más y mejor. Que jueguen en el
campo, en el río, en la playa, etc. Jugando se desarrolla un cerebro más sano,
más equilibrado, más feliz. Así, se obtienen placeres naturales a nivel
cerebral en el circuito de la recompensa que hacen menos imprescindibles las
recompensas artificiales: azúcar, comida basura, refrescos, videojuegos, etc. Y
además no existe mejor forma de combatir el sobrepeso y la obesidad. La dieta
es importante, pero los estudios dicen que mucho más lo es el ejercicio. Y qué
mejor forma de hacer ejercicio que jugando. Pero no en la “Wii Fit”, jugando
donde siempre se ha jugado y a lo que siempre se ha jugado: a correr, saltar,
trepar,...
No creo que fuera necesario
puntualizarlo, pero los estudios que indican que los niños juegan cada vez
menos y comen cada vez peor han sido realizados en ciudades. En las aldeas, los
michelines siguen siendo muñecos graciosos que anuncian una marca de neumáticos
y no depósitos extra de adipocitos en los cuerpos de los niños.
Muy buenas reflexiones Serafín.
ResponderEliminarEstoy de acuerdo Serafín, pero solo en parte..... pues en las aldeas gallegas (mi hermana estuvo muchísimos años de pediatra en el rural gallego) y tenía niños de 2 años con 50kg de peso, que no era capaz de subirlos a la camilla y al preguntarles a los padres que desayunaban le respondían: chorizón.....aunque creo que hoy en día cada vez se tiene más información y la gente se está mentalizando cada vez más de la importancia de la vida sana y las ventajas de la dieta mediterránea.....
ResponderEliminarSaludos,
Sin pensar en las consecuencias de frases como "come esto porque te lo digo yo" o "come esto porque yo se lo que es bueno para ti" los niños verán su alimentación como la obligación y no como un juego o disfrute. El ejemplo de la lechuga en la maceta me parece precioso y no es más que eso, hacerles partícipes y responsables de su propia salud. Muy buen aporte.
ResponderEliminarLas generalidades nunca son buenas. Hay niños gordos y niños delgados; padres responsables y padres irresponsables... Hay que educar y enseñar a los niños desde todos los grupos sociales pero a veces olvidamos que esta labor es fundamentalmente de los padres hacia sus hijos. Pasar tiempo con los niños y enseñarles estas pequeñas grandes cosas.Y enseñarles a comer es una de esas pequeñas grandes cosas. Porque creo que a comer bien también se aprende a todas las edades.
ResponderEliminarAcerca de la confrontación entre la vida urbana y rural os ejo un enlace de un anuncio:
http://www.youtube.com/watch?v=iQoz2wEBbJ8
Saludos