Además de los criterios arquitectónicos, estéticos y de diseño que, junto con otros muchos, entran en juego a la hora de desarrollar un proyecto, en épocas de crisis económica resulta imprescindible reivindicar la función social del urbanismo y de todas aquellas intervenciones que se desarrollan en el entorno de la ciudad. Una coyuntura económica adversa debe servir para recordarnos que dichos proyectos tienen, como fin último, la mejora del tejido social y las condiciones de vida de los ciudadanos. Porque un parque bien diseñado o la recuperación para uso comunitario de un edificio abandonado pueden ser los primeros pasos en la mejora de las condiciones de vida de un barrio en decadencia. Porque los proyectos que nacen con la intención de escuchar y servir a todos se convierten además en motores, en semillas que generan nuevas iniciativas. Y porque quienes tienen el privilegio de actuar en el espacio común deben pensar, ante todo, en el bien común, en el retorno social de su actividad.
Theaster Gates trabajando en un proyecto de recuperación urbana en Hyde Park, Saint Louis |
Como ya os hemos contado en otras entradas de este blog, el germen de lo que hoy es As Salgueiras, su filosofía (y la de nuestros patrocinadores como Galopín) nació de un proyecto vecinal de recuperación y reconversión de un vertedero en un parque urbano. En aquella primera experiencia comprobamos no solo las posibilidades de transformación física de un entorno abandonado, sino el incremento en la autoestima social, las nuevas redes de cooperación y la mejora en las relaciones comunitarias que se generaban en torno a dicho proceso. Por eso, siempre estamos atentos a la obra de diseñadores, urbanistas y artistas que ponen su trabajo al servicio de la recuperación de espacios deteriorados. Es el caso de Theaster Gates, un polifacético artista, músico y diseñador urbano, nacido hace 40 años en Chicago. Aunque su trabajo abarca terrenos muy diferentes (es un habitual de las grandes citas de arte como Venecia o la Documenta de Kassel), su hilo conductor es la reflexión en torno a la situación del entorno y el compromiso con los sectores más necesitados de la comunidad. En su Chicago natal, Gates ha trabajado recuperando edificios en los barrios afroamericanos más humildes y degradados. Sus proyectos incluyen desde la apertura de sedes de entidades bancarias capaces de dar microcréditos a pequeños emprendedores, a la apertura de centros culturales en los que se exhiben documentales sobre las culturas africanas o vídeos musicales de artistas callejeros. Para Gates, el proceso de creación o planificación no puede ser nunca ajeno a la situación de la comunidad en la que se desarrolla el trabajo. Si el entorno tiene dificultades, el creador debe enfrentarse a ellas y contribuir a resolverlas en la medida de sus posibilidades, sin volver la vista a un lado.
Capaz de subir a un escenario a tocar con su grupo The Black Monks of Mississippi, de supervisar el proceso de cocción de ladrillos en un taller artesanal o de llevar su discurso sobre la conciencia social a los grandes salones de los museos internacionales, Gates representa un modelo de artista doblemente contemporáneo, por su capacidad polifacética y por su decisión de trabajar en y para el mundo en el que le toca vivir, convencido, como dijo al Chicago Magazine, de que "el buen arte puede servir para mejorar una mala barriada". Aunque en internet hay una gran cantidad de información sobre su obra, os recomendamos esta entrevista en la edición en castellano de Newsweek como una introducción general a su filosofía.
Gates me parece uno de los artistas contemporáneos mas interesante y comprometido. Todos deberíamos de aprender que haciendo bien nuestro trabajo, ayudamos a mejorar el mundo
ResponderEliminar