MADERA E IMAGINACIÓN

Ya sabéis que en As Salgueiras estamos siempre pendientes del ciclo de la madera en su conjunto. Defendemos la preservación de la vegetación autóctona, la explotación racional de especies como la robinia y el uso de la madera como un elemento fundamental en el diseño de juegos y parques infantiles, por sus características, la calidez que transmite al usuario y porque prolonga la presencia de un elemento natural en un entorno culturalmente elaborado. Un palo fue probablemente la primera herramienta a la que recurrimos, en los albores mismos del proceso de humanización, y sin embargo los creadores no dejan de sorprendernos con propuestas novedosas e imaginativas en el uso de la madera.

Es el caso del escultor y diseñador Fitzhugh Karol, que utiliza la madera en sus obras, muebles y piezas en 2D, con una energía y un enfoque que combina lo tradicional con lo inesperado. A finales del 2014 instaló en el Sócrates Sculpture Park de Long Island la pieza What's progression. En un primer vistazo, parece que nos encontramos ante una escultura contemporánea, sin más, pero lo cierto es que Karol diseñó la pieza pensando en que fuera, literalmente, pisada por las personas que acuden al parque, especialmente los niños. Combinando las laderas de una montaña y un tramo escalonado, elaboró un perfil dinámico (¿no recuerda a un dinosaurio pensativo?) que invita al juego, a subir quizá primero a horcajadas, luego de pie. Su éxito fue tal que se convirtió en el elemento central de una actuación de danza de la compañía infantil STREB dance, como puede verse en la primera foto de esta entrada.



En otros casos, la imaginación se vuelca en la capacidad de reutilización, de evitar que la madera que se emplea en las obras o la que se recupera de edificios en proceso de reforma, acabe camino del vertedero y la incineradora. El Reino Unido destaca por iniciativas que combinan la acción social (muchos de sus trabajadores proceden de talleres de empleo) con una visión original y economicamente viable del reciclaje. Es el caso de Hastings & Bexhill Wood Recycling o de The Wood Store, en Brighton. Estas compañías recogen la madera procedente de reformas pero también restos omnipresentes como los palés en los que se empacan los materiales de construcción o las grandes bobinas de madera en las que se enroscan cables o hilo de cobre. Una vez tratada, esa materia que parecía destinada a convertirse en desecho, sirve para elaborar muebles, mostradores de comercios, juguetes... Un buen ejemplo de que miles de años después, la madera sigue siendo un punto de partida inagotable para la imaginación humana.