Debido a que la gente en los países industrializados
pasan hasta el 80% y el 90% de su tiempo en interiores, la contaminación del
aire interior ha sido clasificado
como uno de los mayores riesgos
para la salud pública del mundo.
Hay numerosos estudios que abordan la relación entre la presencia de vegetación dentro de las oficinas y la salud de los trabajadores.
Algunos
de estos estudios, los más habitualmente esgrimidos, se centran en destacar la
importancia de las plantas para mejorar la calidad
del aire dentro de las oficinas. Así el estudio realizado por la Universidad
Estatal de Pennsylvania, reveló que las tasas de agotamiento del ozono fueron mayores en el espacio que contenía
las plantas que en el espacio sin plantas.
El Ozono, componente principal
de la contaminación del aire, que
se infiltra también en ambientes interiores y que puede ser liberado por las fotocopiadoras, impresoras láser, luces ultravioletas, y algunos sistemas de purificación de aire electrostáticos,
tiene una extensa lista de efectos
tóxicos en los seres humanos la mayoría
asociados a la reducción de la función pulmonar.
Íntimamente
ligado a lo anterior, se desarrolla todo un movimiento en pos de la
sostenibilidad, cuyo peso recae sobre la propia concepción arquitectónica de
los edificios (citar) y que abarca conceptos como la calidad ambiental en
interiores, síndrome del edificio enfermo, etc.
Otros
estudios sobre los efectos de la plantas en los entornos de trabajo, se centran
de forma más específica en los relacionados con los efectos a nivel físico que se observan en el ser humano. Así por
ejemplo, en el estudio de la Profesora Dra. Tøve Fjeld
(miembro de la Sociedad Escandinava de Investigaciones Agrícolas), se revela
que la fatiga y el dolor de cabeza disminuyeron un 30% and 20%,
respectivamente, cuando los trabajadores tenían plantas en su oficina, que la
ronquera y la sequedad de garganta disminuyeron alrededor de un 30%, la tos
sobre un 40%, y la sequedad facial descendió cerca del 25%.
En términos productivos también se
reflejan los beneficios de reverdecer las oficinas, sobre todo en términos de eficiencia,
en el sentido de reducción de la pérdida de la concentración
especialmente demostrado en personas que trabajan con ordenadores. En el estudio del Departamento de Horticultura y
Arquitectura del Paisaje de la Universidad del Estado de Washington, se analizaron
los beneficios de añadir plantas a un lugar de
trabajo sin ventanas; para ello la presión sanguínea y las emociones de los participantes fueron controlados
al completar una tarea simple ordenador, cronometrándola
en la presencia o
ausencia de las plantas. En el
informe del estudio señalan que "cuando se añadieron las plantas a este espacio interior, los
participantes eran más productivos (12%
el tiempo de reacción más rápidos)
y menos estresados (lecturas de la presión arterial sistólica
bajados de una a
cuatro unidades).
Hay
evidencias científicas suficientes para reconocer los importantes efectos
físicos, psicológicos y emocionales que el contacto con la naturaleza (aún
meramente el visual a través de un ventanal) provoca en el ser humano. En general las personas experimentamos las
atmósferas interiores más favorables si hay plantas en el entorno de trabajo.
De esta necesidad de rodearnos de plantas para mejorar nuestra calidad de vida,
tanto en los espacios exteriores como interiores, surgen asociaciones e iniciativas como la Interior Plantscape Association
en Australia, la European Green Office
en Europa, la Green Office
de la Universidad de Harvard, etc.
Puesto de trabajo con gran ventanal, vistas a la naturaleza |
Si ademas de los efectos físicos, ( comentados aqui) sumamos los psicológicos aportados por la simple contemplación de la naturaleza que provoca reducción del estrés, refuerzo del sistema inmunológico y evita - por ejemplo - que se deshilachen las cabezas de las cadenas de ADN - telomeros-, podemos concluir que dejar espacio a la naturaleza en los centros de trabajo mejora la salud y la productividad.
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