2 de junio de 2017

EL PARQUE INTERMINABLE

Siempre decimos que un buen parque debe proponer a los niños nuevos retos, desafíos que les ayuden en su desarrollo. Y que la calidad de un parque se mide también por su jugabilidad, por la capacidad de una serie de elementos estáticos para proponer en cada ocasión un nuevo modo de diversión. Pero ¿qué ocurre cuando los elementos claves del parque dejan de ser estáticos y le proponemos a los niños que los reorganicen cuantas veces quieran? Esta es la propuesta que el arquitecto David Rockwell y la organización sin ánimo de lucro KaBoom han plasmado en el Imagination Playground de Nueva York. Como dice Rockwell, el parque se sustenta sobre cuatro elementos básicos: el agua, la arena, un conjunto de módulos interconectables y la imaginación de los niños. La sensación de flujo, de novedad, de creatividad, se convierten en las señas de identidad de un parque que, literalmente, cambia de aspecto cada jornada.

Jugar en el Imagination Playground supone un estímulo para la imaginación de los pequeños. Pero además, el parque fomenta de manera espontánea la cooperación (aunque las piezas son ligeras, es más sencillo unirlas entre varios), el juego intergeneracional (donde no alcanzo llega un mayor; un pequeño puede sujetar desde dentro; los padres pueden animarse también) y el ejercicio físico (construir implica un esfuerzo extra). A menudo hemos reseñado en este blog cuestiones relacionadas con la reinterpretación de los mecanos tradicionales. El Imagination Playground nos recuerda que cada vez que los niños manipulan, crean, conectan, construyen lo que están moldeando es su propio cerebro, ayudándole a crecer.


THE NEVER ENDING PLAYGROUND

We always say that a good park must offer children new challenges, challenges that help them in their development. And that the quality of a park is also measured by its playability, by the capacity of a series of static elements to propose on each occasion a new way of fun. But what happens when the key elements of the park cease to be static and we propose to the children to reorganize them as many times as they want? This is the proposal that the architect David Rockwell and the non-profit organization KaBoom have made at the Imagination Playground in New York. As Rockwell says, the park is built on four basic elements: water, sand, a set of interconnectable modules and the imagination of children. The sensations of flow, novelty, creativity, become the hallmarks of a park that literally changes its appearance anew everyday.

Playing in the Imagination Playground is a stimulus for the kids's imagination. But in addition, the park spontaneously fosters cooperation (although the pieces are light, it is easier to join them among several), the intergenerational game (if i can't reach a spot, I'll ask for a grown up's help; a smaller kid can hold from within; parents can also take part) and physical exercise (building involves extra effort). We have often reviewed in this blog questions related to the reinterpretation of traditional mechano games. The Imagination Playground reminds us that every time children manipulate, create, connect or build something what they are molding is their own brain, helping it  grow.

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