22 de junio de 2010

Gracias por venir

Por Manu Iglesias

Gracias a todos los que habeis asistido a la fiesta del pasado sábado 19 de Junio, algunos me habeis preguntado qué es eso del juego natural en As Salgueiras, intentaré explicarlo para todos basándome en conceptos que siempre manejamos.
El contacto con la naturaleza como una necesidad básica para la salud, sobre todo en la infancia, me gusta llamarle a esto "biofilia" un término que define muy bien el amor innato a los seres vivos, sean éstos plantas o animales. Pongo siempre como ejemplo aquella prueba médica en la que a los ancianos que se les encarga cuidar un periquito y dejan de precisar medicarse con ansiolíticos o antidepresivos. También es fundamental para la salud, la socialización en base al juego sin la mediación de los adultos. Hoy en día, tanto en el parque infantil, como en la escuela, los niños siempre juegan tutelados por los adultos. Frecuentemente escuchamos estas expresiones: "déjale jugar un poco más a tu amiguito", "no seas abusón", o "no tengas vergüenza"...
Recientemente se han publicado trabajos acerca del comportamiento de los niños en los se han estudiado dos grupos. Por un lado a unos niños se les ha propiciado un ámbito amable donde puedan estar solos. El otro grupo jugaba como se hace habitualmente en un parque o en un patio escolar. En el primer caso, los comportamientos e interacciones eran muchísimo mas numerosas y variadas. Sin la tutela de los mayores, los niños se desafían, se someten, generan relaciones y alianzas para cooperar. En el segundo caso, los niños tienen muchas menos relaciones, puesto que siempre hay un intermediario o supervisor adulto que intenta conducirlas.
La sorpresa, fue que en poco tiempo se detecta que los primeros niños desarrollan mayor inteligencia social, que saben controlar sus emociones, que tienen mejores notas, se concentran más, tienen más éxito social y son mas felices.


Con la competencia del mundo virtual, es urgente desarrollar este tipo de ámbitos para que los niños puedan jugar solos sin peligro. La socialización a través del juego natural es una necesidad urgente. Cuando el capitalismo no era tan sofisticado y había en las ciudades lugares que nosotros explorábamos y usábamos a nuestro antojo, sin necesidad de columpios y toboganes, salíamos solos a la calle, supongo que estaríamos controlados de alguna manera, posiblemente más que ahora, porque toda la comunidad colaboraba, pero nosotros no nos sentíamos protegidos ni controlados, teníamos que buscarnos la vida... Muchos también teníamos la suerte de visitar la aldea con frecuencia donde jugamos en libertad. Los niños de ahora tienen de todo, quizás demasiado, pero han perdido eso que es tan importante para su desarrollo emocional y social.

Cada año la fiesta de As Salgueiras es un experimento de integración lúdica. Para los niños con diversidad funcional fue una experiencia maravillosa, pero para los que no tienen limitaciones fue sumamente enriquecedor. Muchos padres me hablaron de las preguntas de sus hijos, de que se habían dado cuenta que muchos niños no podían hablar o caminar, de la sorpresa de que aún así, podrían ser amigos. Los niños aprenden así a asumir sus limitaciones a través de las de los demás. Esto nos ayuda a tomar conciencia de nosotros mismos, aprender a asumir nuestros propios defectos y a querernos al tiempo que amamos.
En definitiva, As Salgueiras es una aldea, donde hay cuevas, árboles, animales y no hacen falta columpios, porque no hay nada más maravilloso que explorar un mundo desconocido acompañado de un amiguito.

De forma burda esta podria ser una explicación del juego natural. Las Salguieras tiene esa vocación, ante lo que se nos antoja es una necesidad urgente de la infancia.
De alguna manera la socialización es la que nos ha hecho humanos, nos ha dado la cooperación y también el maquiavelismo, pero también nos ha dado, la compasión y el amor.
A mi me recuerda mucho ésto a los niños de nuestra sociedad. Nos ocupamos que no les falte de nada, de que vistan de forma impecable, de que no se ensucien, pero no pensamos en su desarrollo emocional sano. Creo que tenemos que reflexionar mucho sobre esto.

Las fotos de la fiesta

Bueno pues aquí teneis, algunas fotos de la fiesta, no están todas las que nos gustarían porque aún faltan las tuyas, envíanoslas a comunicaciongalopin@gmail.com y las verás aquí. Los niños son lo primero en As Salgueiras y sus derechos también, si tu deseo es que tú o tus niñ@s no seáis protagonistas de este reportaje, escribe a comunicaciongalopin@gmail.com y retiraremos las fotos, cuando nos envíes fotos indica tu nombre y datos en el e-mail.

El juego es aprendizaje y creación

Por Francisco Figueroa

Prometeo entrega a los humanos el fuego y las artes que ha conseguido en el taller de Hefaistos y Atenea. Con ello les da la posibilidad de crear, aprender, valerse y ser dueños de su destino. Acto generoso que está en el origen de la creación artística, de la ciencia –el recuerdo y aprendizaje de la experiencia, cualidad de Prometeo– y de la técnica.
El juego es también aprendizaje y creación, en su forma más elemental, y forma parte imprescindible de nuestro desarrollo como personas, del conocimiento de nosotros mismos y de los demás con quienes convivimos y participamos en el juego, con quienes, como seres sociales que somos, compartimos el espacio público.

A menudo se conciben los juegos públicos como algo exclusivo de la infancia y, a lo sumo, adolescencia. Sin embargo se hacen cada vez más necesarios conceptos que nos incorporen a todos, susceptibles de que compartamos el juego y el disfrute, los momentos de liberación de nuestras energías internas, y el reconocimiento de nosotros mismos; conceptos que superen lo exclusivamente lúdico e incidan en el espacio en que se ubican, integrándose en él y colaborando a vertebrarlo, es decir, conceptos y elementos con una doble vocación: lo lúdico y lo estético, aunados en el ámbito en que los ciudadanos se desenvuelven.
No son ya juegos, o simplemente juegos, ni meramente unas piezas más de mobiliario urbano con diseño sofisticado: son también instalaciones de carácter escultórico que aspiran a romper la distancia entre el arte actual y los ciudadanos, integrándose en nuestra cotidianeidad, y elementos cualitativos que enriquecen el entorno en que nos desenvolvemos, puntos de atracción en torno a los que pivota el espacio en derredor y que contribuyen a reestructurarlo, tanto visualmente como por su uso, pero huyendo de la sobrecarga visual que suponen habitualmente el conjunto de intervenciones de elementos urbanos.
Tal vez algo así soñó ya Isamu Noguchi, arquitecto, escultor, diseñador de jardines, con sus parques y esculturas que son juegos con los que se puede interactuar a niveles insospechados por los conceptos habituales de “juego infantil”, piezas que enriquecen nuestra vida y el espacio en que nos movemos.