26 de octubre de 2011

Galopín Parques, R y Denso comparten, en una jornada organizada por la Confederación de Empresarios de La Coruña, sus prácticas para favorecer el bienestar de sus trabajadores.

Responsables de firmas ejemplares en este ámbito, como R, Galopín Parques y Denso, coinciden en que un entorno de trabajo agradable redunda en la productividad de la empresa.
La Confederación de Empresarios de La Coruña (CEC) ha celebrado esta mañana una serie de conferencias bajo el título “Prácticas empresariales generadoras de un entorno saludable”. Este encuentro reunió en la sede de la entidad a profesionales dedicados a la gestión de recursos humanos.
En la jornada participaron Santiago Vázquez Blanco, director de Personas de la empresa de telecomunicaciones R; José Manuel Iglesias Vilas, director general de Galopín Parques; y Xurxo Airas Cotobad, director de Recursos Humanos de Denso, dedicada a la fabricación de componentes automovilísticos. Todos ellos relataron su experiencia como empresas ejemplares a la hora de generar un ambiente de trabajo óptimo para los trabajadores.



En la búsqueda de la felicidad de los trabajadores
El director de Personas de R, Santiago Vázquez, declaró en su intervención que “en un momento económico tan complicado como el actual, en R proponemos orientarnos a los resultados de la empresa a través de las personas. Buscamos la felicidad de nuestros profesionales para conseguir aumentar la satisfacción de nuestros clientes, mejorando así los resultados de la compañía”.
“Ahora más que nunca debemos atraer y retener el mejor talento, identificando a las personas más optimistas y con mayor inteligencia emocional para adaptarse a los continuos cambios que el mercado exige. Proponemos un modelo de gestión orientado a desarrollar el potencial de las personas, a través de la identificación y puesta en práctica de sus fortalezas, lo que de forma natural genera un adecuado clima de trabajo” -manifestó el responsable de recursos humanos de R-.
Por su parte, el director general de Galopín Parques, José Manuel Iglesias, resaltó que “en los centros de trabajo con frecuencia se generan situaciones de estrés, que, cuando nos afecta de forma continuada, se aprecian daños físicos y psíquicos importantes”. Así, se refirió a la merma del sistema inmunológico, lo que provoca una mayor probabilidad de afectación por enfermedades, además de una notable baja en el rendimiento y dificultad para la toma de decisiones, entre otras consecuencias negativas.


La necesidad de generar espacios más acogedores y relajantes para los empleados
El responsable de Galopín Parques afirmó que “está probado por la psicología ambiental y por la biofilia (efecto terapéutico del contacto con la naturaleza) que un entorno que nos conecte con la vida natural rebaja sustancialmente el estrés. Cuando se da oportunidad a los individuos de relacionarse con la naturaleza, incluso pueden dejar de tomar ansiolíticos o antidepresivos. Viéndolo de forma contraria, incluso ya se ha identificado una grave patología causada por el desarraigo severo con la naturaleza”.
En cuanto a las claves para lograr un ambiente de trabajo saludable, Iglesias manifestó la “necesidad de generar espacios más acogedores y desestresantes”. De este modo, indicó que “debemos compensar el impacto de la implantación del hombre en el territorio. Los árboles y plantas captan dióxido de carbono y emiten oxígeno, regulan la humedad y filtran tanto el polvo como los ruidos”.
El director general de Galopín Parques indicó que su empresa tiene 4,5 hectáreas de terreno industrial y por ellas transcurre un pequeño arroyo, con estanques y numerosos rincones poblados con árboles y plantas. “Todo esto lo podemos ver en un jardín privado, pero nunca en una fábrica y nosotros nos preguntamos por qué si es el lugar donde más se necesita. Podemos reunirnos en un entorno natural dentro de un recinto fabril. La simple contemplación del espectáculo de la vida nos conforta y nos motiva. Cambiamos así el estrés, que es dañino para el cuerpo, la mente y el ambiente de trabajo, por la estimulación, que es sana y enriquecedora” -declaró-.
“Cuando nos visitan de lugares remotos y de países con gran desarrollo, se preguntan cómo hemos dedicado tanto terreno industrial a un jardín. Para nosotros está siendo muy rentable y, aunque no sabemos medir la motivación, la estimulación ni la salud, sospechamos que gran parte de nuestra productividad se la debemos a nuestro jardín de empresa” -concluyó José Manuel Iglesias-.
En la misma sintonía, durante su intervención el director de Recursos Humanos de la empresa Denso, Xurxo Airas, subrayó la importancia de trabajar en un ambiente laboral agradable. “Sin duda, el realizar el trabajo en entornos saludables produce altos niveles de satisfacción de los empleados, incrementando la productividad y favoreciendo la retención de personal” -declaró-. En esta línea, indicó la relevancia de poner en práctica políticas concretas de participación de las personas en el seno de las empresas.

19 de octubre de 2011

AGUA POTABLE PARA TODO EL MUNDO


La pasada semana pudimos conocer a Huibert en las instalaciones de Galopín Parques. Desde hace muchos años él y su familia representan los productos de Gefico en Holanda. Sabíamos que era una persona singular, de una inteligencia portentosa y una capacidad pedagógica impresionante.

Hablamos de cooperación y fuimos muy críticos con las políticas actuales de los estados y su enfoque. Él cree que la solución no es mandar dinero ó bienes sin control a los países pobres para que ocurra como en muchos casos: destruyendo la economía local, perjudicando más que beneficiando a las personas necesitadas.
Él dice que hay que invertir y no solo lo dice, sino que lo hace. No gana dinero, ese no es el objetivo de su iniciativa, sino que todo el beneficio se capitaliza a fin de asegurar la salud de miles de personas de ese país donde invierte.


DWL (Dutch Water Limited) es una compañía localizada en una pequeña ciudad  llamada “Mtwapa” en Kenia, a 30km aproximadamente del norte de Mombasa que  produce y distribuye agua potable.
Más de la mitad de la población de Kenia no tiene acceso a agua potable; el agua enterrada en Mtwapa es salina, no es buena para beber, y aún así la mayoría de la gente la bebe pues solo la gente con dinero es capaz de comprar agua mineral embotellada, y esto conlleva un montón de consecuencias como enfermedades de los niños. La situación se está agudizando y en los próximos años los problemas causados por la falta de agua se incrementarán. DWL empezó a trabajar para mejorar esta situación, paso por paso, para producir y distribuir la mayor cantidad posible de agua a un precio que el mercado local se pueda permitir.
DWL bombea alrededor de 50.000 litros de agua diarios, provenientes del acuífero de Mtwapa y los purifica para que se puedan beber por el proceso de ósmosis inversa, el cual consiste en aplicar presión a la solución de agua salina, haciéndola pasar a través de una membrana y permitiendo así que la sal y otras impurezas se separen de las moléculas de agua. Esta técnica es utilizada en muchas otras partes del mundo pero el secreto está en la filosofía que aplica esta empresa. ¿Qué hacen con el agua una vez que está limpia?:

Los costes de producción de 1m3 de agua potable son aproximadamente 30 €, lo que viene siendo 0,03 € por litro de agua, y muchos habitantes de Mombasa pueden permitirse pagar esa cantidad por el agua que beben.

El mercado de  DWL es el siguiente:
  • Venta directa de agua: en la puerta de la fábrica, pagando por litro, llevando la gente sus propias botellas y tanques (que también se pueden  comprar allí).
  • Venta de tanques de 10 litros: que se distribuyen a las casas en un carro (strolley), los tanques se compran inicialmente y después se distribuyen llenos y se recogen vacios; pagando el cliente por el agua y por este servicio.
  • Pedidos grandes de varias docenas de tanques de 10 litros: se distribuyen en coche a tiendas y puntos de distribución (contenedores).
  • Venta de dispensadores de agua para industrias
  • Venta a granel: un camión con 1000 a 4000 litros de agua la lleva a un cliente (normalmente colegios e iglesias) que disponen de un tanque grande para el   almacenamiento de dicha agua, y al cual se le reparte una vez a la semana.
  • Venta esponsorizada: también en un camión de 1000 a 4000 litros, el agua es distribuida a un colegio pobre u orfanato. Estos niños están muy necesitados y no se pueden permitir este agua. Por lo tanto las compañías ó personas individuales en Europa y EE UU compran este agua por ellos. Tienen que disponer de un gran tanque de almacenaje, que también es demasiado caro por lo que también hay patrocinadores que compran este tanque para ellos.

La filosofía de DWL es ambiciosa pero está dando fruto año tras año, basándose en las siguientes premisas:

   1. Producir agua potable de la mejor calidad a un precio asequible.
   2. Producir y vender la mayor cantidad de agua posible.
   3. Generar beneficios para continuar con la expansión y dar soporte a proyectos locales (ejemplo: acomodar a huérfanos y niños de la calle):
   4. Crear empleo local.  
   5. Hacer que “DWL” sea conocida en todas partes.



Este maravilloso proyecto tiene ya más de 100 empleados en Kenia. Vende 50 000 l de agua al día, esperando que al final del 2011 sean aprox. 70 000 l y al final del 2012 140 000 l/día. Dicen que 1 solo m3 de agua puede abastecer a 500 personas. Si continúa su crecimiento como hasta ahora, a finales del próximo año sesenta mil personas se abastecerán de agua fresca suministrada por esta compañía. Pero no se queda ahí este proyecto, dice Huibert que hay mucho que hacer. Quiere abastecer a millones de personas. Sin duda  un ser excepcional. La luz que emiten personas como él servirá de faro para otros muchos que seguro contribuirán a construir un mundo mejor, más sano, solidario y justo.

*Este artículo reafirma lo que ya se decía hace unos meses en la entrada en el blog:Agua que mata: “El agua contaminada mata más que la guerra”, y el único arma que tenemos para luchar contra esto no es bélica, sino que consiste en dotación y transferencia solidaria y equitativa de tecnología  e infraestructuras adecuadas.

11 de octubre de 2011

La Historia de las Cosas


La publicación del libro de Annie Leonard The Story of Stuff en EE UU y su difusión en otros países occidentales ha supuesto una aportación relevante para el conjunto de debates que están teniendo lugar en torno a la reducción del consumo, el decrecimiento, el uso correcto de los recursos… y su importancia para la conservación del entorno, que trascienden el ámbito puramente ambientalista para constituir una puesta en cuestión del status quo económico, social y político del mundo actual y la busca de alternativas a los modelos que han venido imperando durante las últimas décadas. La situación económica que se está viviendo ha constituido todo un revulsivo social en EE UU y los demás países occidentales, que ha propiciado el surgimiento de una serie de iniciativas en búsqueda de soluciones y, entre los acontecimientos recientes, este libro, de la mano de iniciativas ciudadanas y fundaciones se ha convertido en uno de los referentes para reflexionar sobre la incidencia y la huella ecológica de nuestros actos cotidianos, en sociedades de consumo como las occidentales y el modelo que ha vendió suponiendo para países en desarrollo; al libro han seguido materiales complementarios como la película que incluimos, la página web y toda una serie de iniciativas y recursos educativos, de carácter no comercial, que buscan contribuir al creciente cambio de mentalidad. El 2010 apareció la traducción al castellano, La Historia de las Cosas, en la editorial Fondo de Cultura Económica, de reconocida solvencia en el ámbito sociológico, económico y politológico entre otras disciplinas, que nos ha facilitado una entrevista con la autora de la que resumimos algunos aspectos de particular interés:

-       ¿Existe una relación entre cosas (bienes materiales) y felicidad? 
-     Sí, hay una conexión, y es a menudo mal entendida. En nuestra sociedad de consumo enloquecido y empapada de publicidad se nos bombardea con mensajes de "más = mejor".
Hay muchas, muchas personas en el planeta para las que "más" en realidad es igual a "mejor". La mitad de la población mundial vive con menos de 2 dólares al día. Muchas personas necesitan más comida, más ropa, más vivienda, más educación, más energía, más atención de la salud.
Pero esa conexión "más = mejor" no se extiende indefinidamente. Después de un punto, tras cumplirse las necesidades materiales, la relación entre "más" y "mejor" es más débil. Hay abundantes estudios psicológicos que documentan que los niveles de felicidad han venido disminuyendo desde hace décadas, a pesar de nuestro aumento en el consumo y en el uso de los recursos. De hecho, muchos estudios muestran fuertes conexiones tanto a nivel individual como comunitario entre una orientación muy materialista o consumista y el aumento de ansiedad, inseguridad e infelicidad. A partir de un punto (para la mayoría de nosotros), más cosas resulta tóxico, literal y espiritualmente. El profesor Tim Kasser (autor de El alto precio del materialismo) escribe sobre la relación entre el aumento de la ansiedad y la baja autoestima, y una perspectiva más materialista. Parece que una mentalidad altamente materialista y centrada en el consumo se deriva de y conduce a niveles más bajos de felicidad.

Necesitamos una nueva medida de progreso que no se base en los recursos consumidos. Sí, queremos crecimiento, pero no crecimiento de contaminación y de deuda. Queremos crecimiento de niños sanos, transporte seguro, energía limpia, comida nutritiva. Individual y socialmente, haríamos bien en redefinir el progreso más allá del consumo material, incluyendo las cosas que realmente nos hacen saludables, seguros y felices.

Algunos académicos y científicos, especialmente en los EEUU y Europa, han estado estudiando la ciencia de la felicidad y la relación entre la felicidad y los bienes materiales. Hay evidencia creciente de que, después de un punto, la consecución de más y más cosas lleva a seguir consiguiendo más cosas aún, no nos hace más felices. Y porque el trabajo para pagar, comprar y mantener todo eso exige muchas horas, un enfoque en los bienes materiales realmente hace que nuestra vida sea menos feliz, consumiendo  un tiempo que se podría dedicar a las cosas que realmente nos hacen felices: el tiempo con los amigos y la familia, el tiempo libre, el tiempo en comunidad.

Tenemos un gran reto ante nosotros: nada menos que el rediseño de nuestro sistema económico, la base industrial y la cultura, para apoyar la sostenibilidad y el intercambio en lugar de la acumulación de cosas. Un reto de enormes proporciones.
Tenemos que trabajar en reducir el consumo en dos niveles: individual y estructural. En el plano individual, cuanto más podamos liberarnos de la mentalidad "más es mejor", menos tiempo gastaremos en trabajar en exceso, en consumo excesivo y en estrés. 


Afortunadamente, tenemos un gran factor a nuestro favor: las cosas que nos ayudarán a reconstruir nuestras comunidades y disminuir nuestro deterioro del planeta son las mismas cosas que nos harán más felices.

5 de octubre de 2011

Hola a todos


Hola me llamo Begoña y soy veterinaria, os preguntaréis qué estoy haciendo aquí, en las Salgueiras …, pues bueno, no es fácil explicarlo pero lo intentaré: el año pasado dado mi interés por el medio ambiente, energías renovables, sostenibilidad y RSC (Responsabilidad Social Corporativa), me decidí a estudiar un master en la Universidad de Santiago de Compostela relacionado con todo ello. Al finalizarlo debería hacer unas prácticas de seis meses en una empresa relacionada, y bueno, la verdad es que no me atraían demasiado las que había conocido hasta el momento: consultorías, bancos, etc…hasta que un día José Manuel Iglesias vino a darnos una interesante charla sobre su empresa: “Galopín Parques” y la Fundación “As Salgueiras”. Nos mencionó la Biofilia, lo cual ni más ni menos significa que tenemos que ser conscientes de que como especies inteligentes nuestra supervivencia depende de la conexión estrecha con el medio ambiente y de todos los seres vivos que en el habitan (tanto del reino animal como del vegetal) los cuales debemos de intentar cuidar y preservar.
También otros términos interesantes como la Etología, que es la ciencia que estudia el comportamiento de los animales, y de la cual podemos aprender muchas lecciones que nos servirán para toda la vida, y del Bienestar animal, pues como decía Mahatma Gandhi: “Un país, una civilización se puede juzgar por la forma en que trata a sus animales” ó Buda: “Cuando un hombre se apiade de todas las criaturas vivientes, sólo entonces será noble”.
Conocí entonces la Fundación As Salgueiras y todas las actividades fascinantes que en ella se realizan y se pretenden realizar relacionadas con: educación ambiental, juego libre en la naturaleza, divulgación de la flora-fauna, terapias asistidas con animales, publicaciones sobre etología, biofilia, paisaje, pedagogía, integración social, etc…
Agradezco que me hayan dejado formar parte de este interesante proyecto y espero aprender mucho durante mi estancia así como poder aportar mi pequeño granito de arena en beneficio de la sociedad, los animales y el medio ambiente.
Y termino con una pequeña reflexión sobre mi profesión ( pues puedo decir que nunca dejaré de asombrarme y aprender de los animales):

Ser veterinario no es solamente cuidar a los animales. Es sobretodo amarlos, no fijándose solo en los patrones éticos de una ciencia médica.
Ser veterinario es acreditar la inmortalidad de la naturaleza y querer preservarla siempre mas bella.
Ser veterinario es oír los maullidos, mugidos, balidos, relinchos, cacareos, y ladridos, y principalmente, interpretarlos y entenderlos. Es gustar de la tierra mojada, del campo, del monte, de los espacios abiertos, de lunas y lluvias.
Ser veterinario es no importar si los animales piensan, pero sí, si sufren. Es dedicar parte de tu ser al arte de salvar sus vidas.
Ser veterinario es aproximarse a los instintos. Es perder los miedos. Es ganar amigos de pelos y plumas, que jamás te van a decepcionar.
Ser veterinario es detestar encierros y jaulas. Es perder un tiempo enorme apreciando rebaños, manadas y vuelos de pájaros. Es descubrirse permanentemente, a si mismo, a través de los animales.
Ser veterinario es ser capaz de entender meneos de colas, arañazos cariñosos y mordiscos de afecto..
Ser veterinario es ser capaz de entender ojos tristes, orejas caídas, narices calientes, inquietudes ó reposos anormales.
Ser veterinario es entender el lenguaje corporal de los animales, pedidos mudos de ayuda, interpretar gestos y actitudes de dolor, y conocer la forma de aliviarlos. Es sentir olor de pelo  mojado, de almohada con esencia de gato, de ovejas, de corral, de estiércol.
Ser veterinario es tener el coraje de penetrar en un mundo diferente y ser igual. Es tener capacidad de comprender gratitudes mudas, más sin duda alguna, las únicas verdaderas.
Ser veterinario es convivir lado a lado con enseñanzas profundas sobre amor y vida.
Ser veterinario es participar diariamente del milagro de la vida. Es convivir con la muerte, saber que es definitiva, pero no siempre desagradable.