30 de abril de 2015

VERSOS PARA UN COLUMPIO


En nuestra actividad como diseñadores de parques infantiles estamos siempre pendientes de lo que nos enseña la pedagogía, la psicología infantil; de las sugerencias de ingenieros y diseñadores para conjugar la seguridad con una propuesta de juego atractiva; de la apuesta por los materiales sostenibles y la importancia de la biofilia... Pero de vez en cuando también nos gusta recordar que los elementos de juego, balancines, tiovivos o columpios, son y ha sido fuente de inspiración para artistas y poetas.
Fragonard, Tiépolo o Goya son solo algunos de los numerosos pintores que han convertido al columpio en protagonista de algunas de sus obras. Entre los poetas, la lista es igualmente numerosa, así que hoy os proponemos solo un par de ejemplos.
En primer lugar, los versos que Gerardo Diego dedicó al Columpio en 1921:
A caballo en el quicio del mundo
un soñador jugaba al sí y al no.
Las lluvias de colores
emigraban al país de los amores
Bandadas de flores.
Flores del sí. Flores del no
Cuchillo en el aire
que rasgan las carnes
forman un puente
Sí. No
Cabalgaba el soñador
Pájaros arlequines
Cantan el no
Cantan el sí.


Y también los escritos por el nobel Seamus Heaney en 1939.
Fingertips just tipping you would send you
Every bit as far, once you got going,         
As a big push in the back
Sooner or later
We all learnt one by one to go sky-high
Backward and forward in the open shed
Toeing and rowing and jacknifing through air
(Una vez que te pongas en marcha, las puntas de unos dedos acariciándote te enviarán tan lejos como un fuerte empujón en la espalda. Tarde o temprano todos aprendimos uno a uno a subir al cielo, adelante y atrás en el cobertizo abierto, remando, estirando los dedos y doblados a través del aire).
No está mal que recordemos de vez en cuando que, en contra de lo que algunos creen, el juego no se sitúa en las antípodas de la cultura, sino al contrario, es uno de sus mayores exponentes y fuentes de inspiración.

24 de abril de 2015

MEDICINAS VIVIENTES

Hace algún tiempo escribíamos en este blog sobre las medicinas de cuatro patas que provocan que nuestros cerebros produzcan oxitocina - la hormona de los mimos que estimula el córtex cerebral. Este estimulante natural aparecía en los resultados de nuestro trabajo con la fundación Afiniti y la cátedra de Terapias Asistidas con Animales de la Universidad de Barcelona, en las que analizábamos una serie de experiencias de pacientes de Alzheimer a los que se involucraba en el contacto y cuidado con asnos.
Las sesiones empezaban con el cepillado de los animales en As Salgueiras. El lenguaje corporal de estos tiernos animales parecía mostrar agradecimiento a los mayores que se afanaban en el cuidado de "Rosita", la "Micaela", "Paquita" y "Jacinto", la pequeña manada de asnos que viven en las praderas de As Salgueiras. Los etólogos y psicólogos que dirigían la actividad nos explicaban el efecto estimulante de la oxitocina, que combinado con las emociones que provocaba el contacto con animales en los ancianos, más los ejercicios complementarios (trabajo de lateralidad, memorización de colores, circuitos) servían para aliviar las dolencias de los pacientes, reducir sus accesos de furia y generar un comportamiento más calmado y sereno desde el primer día. Los pacientes de Alzheimer sufren la pérdida de memoria a corto plazo, pero guardan un recuerdo muy vivo de escenas de su infancia. Algunos de ellos recordaban su participación, siendo niños, en tareas del campo, como llevar el grano al molino y volver con la harina, tareas en las que también estaban presentes animales de carga como burros o caballos. Esos recuerdos que les evocaba el contacto con los burros les traía la memoria de sus padres, familiares y amigos de la infancia, desencadenando emociones intensas. Las emociones se guardan en el córtex cerebral en el entorno del hipotálamo, una de las zonas más afectadas por el Alzheimer. La combinación de estimulación emocional, ejercicios y emisión de oxitocina tenían un efecto positivo que los especialistas pudieron contrastar.
Del mismo modo, la conexión emocional entre humanos y perros, que muestra lo que se ha dado en llamar el bucle de oxitocina, sea parte de la explicación de por qué los propietarios de perros son más longevos. Junto con este refuerzo emocional, también se generan los beneficios de ser cuidador. Cuando falleció mi padre, regalamos a mi madre una perrita con la que ha entablado una fuerte conexión emocional. Al tener que atender a su mascota, mi madre ha incrementado sus horas de paseo diario. Además, ha conocido a otros propietarios de perros, lo que le ha supuesto un nuevo nivel y un estímulo de socialización en un momento complicado como es el duelo. La relación simbiótica entre cuidado y cuidador se da desde el principio de los tiempos y quizá explique en parte la mayor longevidad femenina: han sido culturalmente cuidadoras durante más tiempo. Así que, como reconocen ahora ya muchos médicos, si quiere vivir más tiempo, cómprese un perro.



17 de abril de 2015

POR FAVOR, QUE LOS NIÑOS PISEN EL CÉSPED

América vive estos días un nuevo episodio de debate en torno a los posibles excesos en la adopción de medidas de seguridad para los parques infantiles. Para algunos expertos, la obsesión por generar entornos seguros, llevada al extremo, acaba generando unos espacios antinaturales, que resultan contraproducentes para el desarrollo de los niños. En este caso, la polémica se ha reavivado en torno a los materiales que deben emplearse en los suelos de los parques. La ASTM (siglas de American Society for Testing and Materials, el principal organismo certificador de Estados Unidos) quiere endurecer aun más las condiciones de estos suelos y mantiene la opinión de que el césped, los suelos de hierba natural son inseguros para los niños.

Pero muchos investigadores universitarios discrepan del criterio de la ASTM. Mariana Brussoni e Ian Pike, investigadores de la unidad de Investigación y Prevención de Daños de la Columbia Británica, así como Alison Mac Pherson, de la universidad de York, han publicado un artículo en el que consideran que el exceso de celo en proteger a los menores está generando daños inesperados. Como expertos en el área de la salud, rebaten los criterios empleados para medir el riesgo por la ASTM. No tiene sentido, afirman, estudiar el posible impacto de un golpe en la cabeza dejando caer un objeto esférico desde una determinada altura, ya que los niños no caen "a plomo" sino rodando, girando sobre si mismo o con algún tipo de impulso lateral, al tiempo que mueven brazos y piernas para protegerse u orientar la caída. Al mismo tiempo, consideran errónea la idea de que los niños solo estarán seguros si juegan en superficies equivalentes al plástico de burbujas que se emplea para embalar vidrio. "Los niños quieren y necesitan asumir riesgos y experimentar un cierto grado de incertidumbre. Privarlos de estos elementos perjudica su desarrollo".
La polémica ha llegado al blog de referencia Playscapes y ha generado abundante debate en las redes sociales. Hay quien incluso se pregunta si la decisión viene movida por intereses económicos: modificar los suelos de los parques americanos supone sin duda una inversión multimillonaria y una buena oportunidad de negocio para las empresas que fabrican suelos sintéticos. Desde el respeto escrupuloso a las normativas internacionales y europeas actualmente en vigor, en As Salgueiras promovemos el contacto con los materiales naturales. Sentir la hierba bajo los pies descalzos, tumbarse en la hierba al sol mientras se escucha el zumbido de los insectos, el olor de la hierba húmeda o recién cortada... son elementos de bienestar que han quedado ya insertados en nuestro acervo cultural, en escenas de películas, en poemas y novelas, y consideramos que no debería privarse a los menores de esta experiencia.

10 de abril de 2015

HERMANO LOBO

En este blog hemos reflexionado a menudo sobre la etología, la ciencia desarrollada por Konrad Lorenz. El estudio del comportamiento de los animales nos ha permitido entender mejor a los humanos. Las terapias asistidas por animales, como la hipoterapia o la asinoterapia practicadas en As Salgueiras han sido objeto de estudio y debate en ámbitos académicos como la universidad de Barcelona. La relación con nuestros compañeros de cuatro patas nos aporta salud y bienestar, hasta el punto que en alguna entrada les hemos denominado "medicinas con patas". Y está constatado el incremento de la longevidad y la mejora de las condiciones de vida de las personas que conviven con animales o participan en su cuidado.
 
 Pat Shipman con Eduardo Punset en el programa Redes

Desde el punto de vista cultural, la domesticación de bueyes, caballos o mulas, así como el desarrollo de la ganadería, permitió producir alimentos para levantar civilizaciones. Y ahora, las investigaciones de la profesora Pat Shipman apuntan a que nuestra relación con los perros, con nuestros lobos domesticados, ha sido fundamental para la supervivencia de nuestra especie. Se ha investigado mucho acerca de los motivos de la extinción del hombre de Neandertal. Compartieron milenios de existencia con el hombre de Cromañón (hay quien sostiene que de este contacto surgieron leyendas como la del yeti o el big foot americano) y parece que estuvieron mejor preparados para resistir los períodos glaciares europeos. Por ello, los motivos del éxito de los Cromañones y la extinción de los Neandertales sigue siendo un enigma.


 La profesora Shipman sostiene en su libro "Los invasores" que, en la lucha por la búsqueda de alimento, los cromañones llevaban ventaja gracias a su alianza con los lobos para cazar y obtener alimento de manera conjunta. En este proceso simbiótico, algunos lobos acabarían modificando su morfología para derivar en lo que posteriormente serían los perros. Y los seres humanos comprenderían por primera vez la posibilidad de cooperar con otros seres de la naturaleza y los beneficios que de ello se deriva. 

Al igual que el hombre "modeló" el perro a partir de los lobos, el contacto con animales domésticos, con mascotas, ha modelado nuestra mente, nuestro modo de pensar. Al fin y al cabo, la excedencia de alimentos permitió remodelar nuestra mandíbula, desarrollar más nuestro cerebro y, gracias a todo ello, desarrollar culturas, creencia , ciencia... Por eso en nuestras ciudades observamos cada día más perros, mascotas que hoy nos recuerdan aquel tránsito que se remonta al inicio de los tiempos. Y desde hace años, en Galopín nos preocupamos por desarrollar espacios que permitan el disfrute de ocio conjunto a amos y mascotas, una idea sobre la que volveremos en alguna entrada futura.

1 de abril de 2015

MÁS LIBRES, MÁS SOLOS, MÁS DÓCILES

Estos días nos ha llamado la atención un artículo del escritor Jordi Soler que reflexiona sobre una tesis planteada por el filósofo italiano Giorgio Agamben: "hoy tenemos el cuerpo social más dócil y cobarde que se haya dado jamás en la historia de la humanidad". Más allá de que se comparta o no esta afirmación (y de la complejidad de establecer comparaciones históricas categóricas), lo cierto es que las sociedades occidentales se caracterizan hoy por la desaparición de "lo común", "lo importante para todos" y se atomizan en un conjunto de individuo que, según Agamben o Cercas, viven pendientes de sus dispositivos móviles, teléfonos o tabletas.
Adrian Denoghue. "¿Hay alguien ahí fuera?"

Soler alerta de la omnipresencia de esto dispositivos y de la velocidad suprahumana a la que fluyen los datos. Una velocidad que hace imposible la reflexión sobre lo recibido. Se podría decir que ya no aprendemos porque no tenemos tiempo de aprehender, de pensar, de asimilar. "Consultar en un buscador" es ya más importante que pensar; conocer las opiniones de otros consume el tiempo que deberíamos dedicar a forjar la propia. Al mismo tiempo, la miniaturización de los dispositivos conlleva un uso personal, aislado. Ya no se ve un programa de televisión en familia, sino que cada miembro tiene su propio dispositivo y elige sus contenidos. Ya no nos citamos con amigos para compartir un rato escuchando un vinilo, sino que nos aislamos del entorno con una música grabada en un formato digital deficiente que obliga al uso de auriculares. 

La pregunta que cabe plantearse al final es la paradoja de hacia dónde camina una sociedad libre si su individuos emplean la libertad para aislarse unos de otros y apenas comparten ya otra cosa que acontecimientos deportivos en los que la pasión prima frente a la razón. Es cierto que, al menos en teoría, las nuevas tecnologías permitirían implementar nuevos modelos de democracia electrónica más participativa. Pero lo cierto es que de momento el uso de las nuevas tecnologías no desarrolla una mayor conciencia de lo común, sino de los personal, de lo estrictamente privado.
Por eso insistimos desde As Salgueiras en la importancia de educar a los niños en el juego cooperativo, en mantener costumbres como ir al parque a jugar con los amigos del barrio o con niños a los que vemos por primera vez. Hábitos que nos acostumbren a discutir, a decidir, a variar el juego si llegan nuevos amigos, o si se marchan algunos, a hacer turnos por un columpio. Porque si dejamos de ir al parque cuando seamos adultos cometeremos el error de creer que el verbo "compartir" significa sólo darle a una tecla y que es una acción que puede realizarse sin contar con nuestros semejantes.