Trataremos de definir la Responsabilidad Social Corporativa (RSC) también llamada por muchos Responsabilidad Social Empresarial (RSE), la diferencia está en que la primera abarca todo tipo de organizaciones, sean o no empresariales, y la segunda se refiere a empresas, en el presente trabajo nos referiremos a la primera.
La RSC es un término utilizado en los últimos años, que el público en general no es capaz de saber con exactitud lo que significa. Lo primero que debemos decir, es que no se trata de una nueva moda pasajera, nos encontramos ante un concepto que cada vez más debe ser tenido en cuenta por las empresas, sobre todo si estas quieren seguir contando con las preferencias de los consumidores.
En la actualidad y cada vez más en el futuro los consumidores preferirán adquirir los productos fabricados o distribuidos por empresas que practican activamente la RSC, incluso siendo más caros que los que fabrican o distribuyen sus competidores que no practican la RSC.
En la actualidad y cada vez más en el futuro los consumidores preferirán adquirir los productos fabricados o distribuidos por empresas que practican activamente la RSC, incluso siendo más caros que los que fabrican o distribuyen sus competidores que no practican la RSC.
QUÉ ES LA RESPONSABILIDAD SOCIAL CORPORATIVA
Adam Smith, uno de los mayores exponentes de la economía clásica, establece en el siglo XVIII en su obra “La riqueza de las naciones”que el estado no debe intervenir en el mercado. Cuanto más libre sea la competencia, mejor para el conjunto de la sociedad, y que el beneficio colectivo se alcanza desde la maximización del beneficio individual.
Los clásicos eluden cualquier tipo de función social de la empresa, la cual debe preocuparse exclusivamente de obtener beneficios.
Acontecimientos posteriores han puesto al descubierto las limitaciones de la escuela clásica, debido a ello,se reformulan las competencias y responsabilidades de las empresas en el plano social.
En la “Cumbre de la Tierra” celebrada en Rio de Janeiro en 1.992, se introduce el concepto de desarrollo sostenible, conviniendo que la empresa además de preocuparse de la generación de riqueza a través del beneficio, debe preocuparse por el impacto ambiental de sus actividades económicas.
Todas las anteriores inquietudes por encontrar un equilibrio entre la protección del medio ambiente, el crecimiento económico y la protección social, desemboca en la firma del acuerdo internacional más importante sobre la materia, adoptado en diciembre de 1.997 y denominado “Protocolo de Kioto”, el cual, ha sido ratificado por gran número de países, entre ellos todos los de la Unión Europea.
A medida que crece la preocupación por el desarrollo sostenible, las empresas perciben que los efectos de sus actuaciones favorables en el ámbito social y medioambiental, son tenidos en cuenta por el conjunto de la sociedad. A la tradicional faceta económica de obtención de beneficios, se le unen, las facetas sociales y medioambientales, por ello, la empresa adquiere una triple dimensión.
Hoy en día se habla de una responsabilidad social preocupada por el concepto de sostenibilidad, es decir, practicar comportamientos éticos y responsables socialmente, adaptados a las diferentes circunstancias de cada momento, preservando el medioambiente. La sociedad requiere y demanda la implantación de un modelo de empresa socialmente responsable, que debe ir más allá del mero cumplimiento de la legalidad vigente. Se asume el principio conforme el cual, las organizaciones tienen en las personas su origen y fin esencial.
El principal cometido de las organizaciones que practican la RSC, es la satisfacción de las necesidades de los grupos de interés -trabajadores, clientes, proveedores, inversores, competidores, agentes sociales, entidades financieras, administraciones públicas, comunidad local y por último la sociedad y el público en general-, a través de determinadas estrategias que afectan a toda la organización –gobierno corporativo, dirección estratégica, gestión y control, inversión, certificación de los procesos administrativos y productivos, comunicación y validación de la información, etc.-, teniendo en cuenta el entorno social, económico y jurídico en que se desenvuelven. Sus resultados han de ser medidos, verificados y comunicados adecuadamente.
Concluimos que aunque no existen unos criterios comunes y generalmente aceptados respecto al concepto, los términos y los elementos de la RSC, podemos definirla, como el compromiso voluntario de las organizaciones con el desarrollo de la sociedad y la preservación del medio ambiente.
En próximos trabajos, también nos aproximaremos a la definición de la RSC en base a la identificación de los elementos que forman parte del concepto, y estableceremos quienes son los sujetos, los principios básicos, los términos relacionados, los grupos de interés, el alcance y los objetivos de la RSC.
Muy clarito
ResponderEliminarLes remito mis felicitaciones
Interesante e ilustrativo
ResponderEliminarOjalá les copien muchas empresas