Cuando conocí a Lucas tenía 6 años, apenas se sostenía de pié, le costaba aguantar el tronco y empezaba a dar algunos pasos cogido de la mano de sus padres… Yo estaba recién llegado de tierras Lusas, con muchas ganas y proyectos, entre ellos la hipoterapia. Tras valorar a Lucas, no tuve dudas de los beneficios que el caballo le podría aportar. Se lo propuse a los padres, les expliqué en qué consistía la terapia, los beneficios que podía proporcionar a Lucas y aceptaron incondicionalmente, ¡cómo podía sospechar que Sara, la madre, tenía verdadero pánico a los caballos...!
Pues ahí empezó su andadura nuestro pequeño jinete… ¡y qué lloros en esos comienzos! Lucas, a moco tendido, a duras penas se sostenía en el caballo; por lo que en los primeros meses tuve que realizar la técnica de monta gemela; la madre desencajada, entre el pánico a los caballos y los lloros del hijo… en fin… ¡Qué panorama…! ¿Eh Sara…? No es necesario referir, el mérito, el aplomo y sobre todo, la confianza que esta madre depositó en nosotros.
Pero, poco a poco y no sin algunos contratiempos, Lucas empezó a mostrarnos sus progresos: paulatinamente fueron desapareciendo los lloros, cada vez iba más derechito, con el tiempo me “expulsó del caballo” reivindicando su autonomía y que ya podía montar solo… Y así fue, su postura mejoró, su tronco permanecía mucho más recto, estaba más estable en el caballo y con mayor equilibrio y lo que anteriormente eran lloros al montar se fue transformando en protestas por no querer bajarse… Estas mejorías se transfirieron a la marcha, consiguiendo caminar solo y de una forma más estable y coordinada. Es de justicia referir que, todos estos progresos no los proporcionó exclusivamente la hipoterapia, existía un trabajo de base y paralelo de todo un equipo multidisciplinar (fisioterapia, logopedia, psicología), que conjuntamente a la hipoterapia contribuyeron a estos resultados.
En Junio Lucas ha sido dado de alta en hipoterapia con todos los objetivos conseguidos. Pocas veces se puede decir algo así. Solo pretendo referir lo orgullosos que estamos, todo el equipo, tanto de CEFINE como de As Salgueiras de este Nuestro Pequeño Gran Jinete y de esos “padres coraje” sin los cuales, su apoyo, confianza y colaboración jamás se podrían obtener estos logros.
Es emocionante leer esto. He podido vivir alguna de estas sesiones duras en pleno invierno. Siempre pensé en el heroísmo de su madre conduciendo de noche entre el bosque para llegar a las Salgueiras. discretamente esperaba pendiente de todo, paciente e inquieta al mísmo tiempo.
ResponderEliminarvivir los avances de LUcas ha sido igualmente motivador y al final ¿quien lo diría? Antonio dispone de un caso que quizás le sirva para ilustrar algún sesudo congreso.
. ahora su relación con los caballos podrá continuar con la equitación adaptada. que es deporte, pero también autoestima y beneficios de todo tipo.
desde el punto de vista terapéutico, gracias al equipo de profesionales de la clínica Cefine y a los desvelos de personas como Manolo y Oscar,los objetivos han sido cumplidos
Me ha emocionado mucho leer esta entrada. Poco se puede añadir ya. Quizás, que Nuestro Pequeño Gran Jinete fue en realidad nuestro Primer Gran Jinete. Los comienzos no fueron fáciles. Fue difícil la aproximación que tuvimos que hacer al mundo ecuestre explicando que aquello era una terapia, y que se requerían unas condiciones excepcionales para poder llevarla a cabo. Tras inicios titubeantes y llenos de dificultades y contratiempos, tuvimos la gran suerte de caer en el seno de la Fundación As Salgueiras, donde sus comprometidos promotores están tan sensibilizados que poco o nada tuvimos que explicar. Una actividad que requiere de unos recursos extraordinarios, que As Salgueiras cede desinteresadamente por su amor a los caballos, la naturaleza, y el verdadero compromiso solidario para con la gente que más lo necesita sin esperar nada a cambio. Creo que no me equivoco mucho si digo que los integrantes todos de esta fundación, Lucas es nuestro buque insignia de la Fundación en lo que a Terapias Asistidas con Animales se refiere. Pero no es el único, otros buques asoman con determinación para ser presentados en futuras y emocionantes entradas.
ResponderEliminarEnhorabuena a todos.
serafín ortigueira
Es emocionante y muy reconfortante leer esta historia. Siento que me traslada a la niñez, porque estos personajes son de cuento, de los que me leía mi madre cuando era muy pequeño. Me los tenía que dejar de contar porque me ponía a llorar, como ahora le pasa a Flavia. Cada sábado cuando damos un paseo por As Salgueiras, sigo buscando donde está el platillo volante en el que han aterrizado algunas de las personas de esta historia, las que conozco. Ah, su vástago es de la misma especie!!
ResponderEliminarMuchas gracias por esa fantástica labor y por vuestra generosidad. Enhorabuena!!
Alberto
25/11/11
Enhorabuena por una labor tan bien hecha!!! da gusto que existan profesionales tan implicados en las "TAA" (terapias Asistidas con Animales) y familias tan motivadas y participativas. En cuanto a Lucas, solo decir que es un pequeño héroe, que superó sus miedos y triunfó. También me encantaría mencionar a "Platero" un caballo dulce y paciente, que nunca tiene un mal gesto y que siempre está dispuesto a colaborar. Así como a Oscar, Manolo, Manu y Fidel y al equipo de Cefine. Qué orgullo para todos!!!Felicidades.
ResponderEliminarBegoña
Lucas y Platero, que gran equipo!
ResponderEliminarLucas me aporta tantas cosas bonitas que me duele muchas veces no estar a la altura para corresponderle como se merece.
ResponderEliminar¿Lucas a caballo?
Cuando todo empezó, quedaba muy lejos el día en que Lucas se sostuviese solito a lomos de un caballo(PLATERO,silencioso y obediente,le ayudó como solo un caballo puede hacerlo)y finalmente ese dia llegó.Lucas una vez más me enseñó algo y creo que a todos los que han participado en ese logro también y es que él y todos los niños como él necesitan que confiemos en ellos y sobre todo que les ayudemos a ser cada día más independientes y por tanto más felices...
Para terminar quiero agradecer a Manu y a su familia su sensibilidad y ayuda.No es habitual encontrar personas con la capacidad de acercarse a los problemas de los demás como la que tienen ellos.Gracias también a Antonio y Serafín(y su equipo de CEFINE)por su inquietud profesional que les hace interpretar en cada momento las necesidades físicas y emocionales de sus pacientes y familias.Gracias a Sara por quererme y a mi pequeño Lucas por ser mi héroe.
PADRE DE LUCAS
apropósito de lo que nos enseña Lucas, os cuento mas o menos, lo que un día le conté a Antonio -el Presidente de ADISCORDES- y padre del otro Lucas.
ResponderEliminarpaseando al lado del caballo mientras ayudo en la hipoterapia, en ese ambiente tranquilo y casi mágico que algunos días se genera en las Salgueiras, he experimentado alguno de los momentos más felices y plenos de mi vida. Te doy gracias Antonio por traerme a Lucas, por descubrirme que los caballos podían ayudar a los niños de forma científicamente demostrada, por presentarme a Antonio Bestillerio y Serafín y ellos a Lucía a Ana, al doctor Cairo a Tania la paciente y brillante alumna de Antonio
Gracias a ellos y especialmente gracias a los niños y sus familias, he aprendido muchas cosas, la lección de la superación, la constancia y el esfuerzo, la entrega infinita..
La impresionante y extraordinaria capacidad del ser humano y su paciente virtud para afrontar las mayores adversidades
Felicidades a tod@s, la sonrisa de Lucas, es el pago a todos los esfuerzos, profesionales,familia y Salgueiras...un gran pago. JMPG
ResponderEliminarYo que tan solo presencié algunas de las últimas sesiones de hipoterapia de Lucas, cuando ya era, y seguirá siendo, un Gran Jinete, me quedo asombrada al leer esta historia...si siempre le reconocí a Lucas mucho mérito por oa buen Jinete que es ( es increíble el equilibrio que demuestra sobre el caballo..muchos de nosotros no le haríamos ni media sombra) conociendo cómo fueron los comienzos, me parece que el mérito hay que elebarlo a los altares. El suyo propio, el de sus papás y el de todas las personas como Antonio, Tania, Manu, Serafín, Manolo y Óscar...que hacen posible esta actividad, bajo los parámetros de seguridad, rigor y profesionalidad.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho la entrada del papá de Lucas, gracias por compartir esas experiencias tan familiares con todos nosotros. Siempre nos dan fuerza para seguir el camino.
Os mando muchos besiños a todos, que aunque hace mucho que no paso por ahí, no os tengo olvidados ( es que el trabajo me está exigiendo mucho, pero pronto os visitaré) Besiños ( a María también ;D)