2 de febrero de 2011

¡Richard Long en Pontevedra!

Por Xulio Correa
Pontevedra, al igual que A Coruña en los alrededores de La Torre, cuenta con un área de paisaje natural puesto en valor mediante procedimientos artísticos. A Illa do Cobo es una isla fluvial situada casi en plena ciudad, conocida como "Illa das Esculturas", realizada en 1999 con el asesoramiento de Rosa Olivares y Antón Castro.
Es un lugar natural que mantiene su aspecto original de "xunqueira" sin más acondicionamiento que las pasarelas de acceso y algunos senderos, los trabajos escultóricos se encuentran plenamente integrados en el territorio, incluyendo ni más ni menos que un trabajo del ¡mismísimo Richard Long!

Long es un maestro mundial del arte contemporáneo y no es un artista al uso, pues su visión forma parte de la tradición del paseo, forja su trabajo recorriendo paisajes y realizando itinerarios para buscar la relación del medio con el ser humano, creando nuevos significados a través de obras sencillas, como su “A Line Made by Walking” obligada para cualquier estudiante de Bellas Artes. Su gran claridad conceptual llama a valorar y a sentir el paisaje en el que se enmarcan sus sencillas líneas y círculos.

Pues bien, Richard Long fue invitado a realizar una obra específicamente destinada a la isla y dejó en Pontevedra esta línea de piedras y las siguientes notas: “Un sendero es un lugar. También es un camino que va de un lugar a otro, de aquí hasta allí, y vuelve nuevamente. Cualquier lugar a lo largo de él es una parada. La percepción de su longitud depende de la velocidad del caminante, o de sus pasos, o de su dificultad. …/… Un sendero se hace por el movimiento, por las huellas acumuladas de los usuarios. …/… Alrededor del mundo en las diferentes culturas, los senderos están marcados de muy diferentes formas, con mojones, postes indicadores, puntos kilométricos, banderas de oración, altares, muros menai, y otras marcas sagradas o culturales”.

Al recorrer A Illa das Esculturas en Pontevedra y sentir al artista y su obra en unión intima con la naturaleza, orgulloso de mi paseo puedo decir: ¡Viva Richard Long! ¡Viva Pontevedra!

11 comentarios:

  1. Muy interesante. Creo que viene de Aristóteles la concepción del arte como imitación de la naturaleza. Por lo que veo, Richard Long, más que imitar a la naturaleza, la realza, nos muestra su dimensión estética dejándola ser como es.

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  2. A diferencia de los artistas de Land Art americanos, que pretenden intervenir el paisaje y poner en valor la modificación, Long (Bristol 1945) prefiere no alterarlo, el propone recorrerlo, sentirlo, medirlo con pasos...nos invita a vivir en armonía con la naturaleza mediante una relación de reciprocidad, no de dominio.

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  3. Richard Long es uno de los artistas más reconocidos de Land Art, un movimiento artístico centrado en la intervención en la naturaleza como un medio inmenso. Sus obras son tan conceptuales y efímeras como el medio del que hablan y el rastro que dejan suele ser a nivel documental, a través de la fotografía o el video.
    El proyecto de La Isla de las esculturas pretende ser un museo al aire libre donde se quiso traer, y a la selección de los propios artistas me refiero como Robert Morris o Richard Long, un trocito de Land Art. Pero según lo anterior ¿Cómo es eso posible?
    Me parece un poco increíble por parte del autor intelectual, artistas, organismo financiero etc.. que se le pueda dar valor a la realización de unas maquetas que mandaron unos señores artistas reconocidísimos, a los que se les impuso la condición de que sus piezas debían de ser en Granito y que su instalación obligada era en un parque urbano. ¿ No es esto perder la esencia de lo natural? Y aquí viene la paradoja, lo natural se lo está dando ahora lo político y lo urbano. Este es uno de los parques menos cuidados de Galicia. Es complicado encontrar las esculturas entre tanta maleza y restos de botellones por lo que la obra de R. Long que formalmente es un montón de piedras puestas en fila, físicamente se está desvaneciendo pero esencialmente se está fortaleciendo. R.Long ha conseguido que lo que a priori, por su enorme fragilidad estética, podría parecer la pieza peor planteada para el medio (el resto de las esculturas son inamovibles), sea la mejor resuelta.
    Felicidades R. Long.

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  4. Conozco la Isla desde que se presentaron las piezas escultóricas y me parece una de las iniciativas más interesantes entre las pocas que se han desarrollado en España en este sentido (sin olvidar el magnífico trabajo del Centro de Arte y Naturaleza en Huesca, con personas como Javier Maderuelo y Teresa Luesma).
    Coincido en la apreciación de la de Richard Long, me parece de las mejores y más sutiles (también la que ha hecho para el CDAN en Pirineos).
    Su trabajo y su forma de entender la intervención en la naturaleza, a menudo efímera y modesta, son de las que más me atraen. En 1986 tuve la ocasión de verlo montar a puerta cerrada una pieza en el Retiro Madrileño, en una memorable exposición sobre escultura británica en el Palacio de Velázquez (yo iba a participar al poco en una colectiva en el mismo lugar así que aproveche la situación para verlo en pleno trabajo). Aún en un contexto de sala expositiva, y funcionando de manera autónoma y separada del ámbito natural, sus trabajos son capaces de evocar un intenso sentimiento estético y de ensimismamiento que remite a la naturaleza y al paisaje, no en vano el zen está entre las influencias de Long. Aún prefiriendo sin duda sus piezas en plena naturaleza, tambien me gustan esas otras obras expositivas que son precisamente el eco, el testimonio material y la obra-documentación de aquellas intervenciones fieles al genius loci y recorridos por la naturaleza y que su compatriota Hamish Fulton ha llevado casi al lirismo de la sobriedad con sus lacónicas piezas fotográficas y textuales sobre recorridos. Creo que ambos han captado en el arte en el paisaje el sentimiento de Basho y enlazarlo con el sentimiento occidental de lo sublime.

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  5. Hará un par años que no paso por allí, pero recuerdo que la última vez las esculturas estaban de lo más machacadas, menos mal que son de granito... llenas de pintadas, las piedras de la línea de R. Long cubiertas de vegetación, sólo faltaban silvas y toxos, Se gastaron una pasta en su día, más de 1 millón de € de hace una docena de años, y había una proyecto de rehabilitación por 1,6 millones de € que tenía que haberse terminado el año pasado, incluyendo un parque infantil, no se si al final pudieron quitar el dinero de alguna partida o todavía está por resolver con lo de la crisis.

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  6. Los gastos en este tipo de intervenciones pueden parecer un tanto altos, pero son insignificantes si los comparamos con simplemente las "pequeñas" desviaciones de presupuesto de cualquier corto tramo de autopista, las planificaciones ineficientes o edificios de dudosa necesidad que se contruyen por todas partes con fondos públicos, Yo creo que la cuestión está en hacer las cosas bien, en us beneficio social y estético, incluso su rentabilidad en cuanto a imagen, hay hoteles de Pontevedra que en su web hablan de la Illa das Esculturas como atractivo para los visitantes.
    Lo que también hay que esperar es un correcto tratamiento y mantenimiento del conjunto, y respetar la integridad de la propuesta, a lo sumo ampliarla. Me da miedo eso de los juegos...

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  7. Uno de los problemas de este tipo de actuaciones públicas es el criterio de los encargos, el comité que toma las decisiones y el lugar. En ocasiones se juntan obras de características meritorias (las de Manolo Paz y Moncho Amigo entre otras, en el entorno del Faro de Hércules, por ejemplo) con otras que podrían estar en cualquier esquina, o mejor en ninguna (los escultores, aunque menos que otros colectivos, también somos en parte responsables del feismo de rotondas, fuentes, espacios peatonales... con proyectos elucubrantes, ególatras o sin sintonía con el lugar o con su historia), ante eso piezas como las de Richard Long son muy de agradecer, la Isla reune unas cuantas de notable interés.
    Otro problema no resuelto en España es el abandono, el mal mantenimiento de las intervenciones artísticas en el espacio público. Recuerdo alguna "restauración" abominable en el antiguo Museo de Escultura al Aire Libre del Paseo de la Castellana, en Madrid, y no sé el estado actual de las intervenciones en el paisaje junto a la carretera de la costa en Cádiz que realizaron Nacho Criado y otros artistas, o de algunos proyectos en Canarias (de lo de Tindaya casi mejor ni hablar ahora porque sería largo y penoso y bastante está padeciendo ya el legado de Chillida, que ha sido uno de nuestros mejores escultores, y que a pesar del proyecto de Tindaya tiene una obra maravillosa, incluido el "Peine de los vientos", que no disminuyen otras que se convierten en mi opinión en una desmesura en el paisaje, como su pieza en Gijón).
    Si hablamos de estas cosas es necesario recordar a César Manrique, que sigue siendo un hito de referencia, así como su compromiso con la conservación del paisaje, legado intelectual y ético que mantiene muy dignamente su Fundación en Lanzarote.

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  8. E Certo que o parque escultórico está sen mantemento e por iso a Asociacion Illa das Esculturas reclama o que é xusto, pero tamén é certa a apreciacion de María xa que o asilvestramento aporta unha visión natural difícil nos parques urbanos. Non creo que precise urbanizarse, só necesita atención para que a peza de Long poda manter os seus valores e A Illa a súa dignidade. ¡Coidado! Para desbrozar e limpar as pintadas non é necesario poñer unha área de xogos ou un aparcamento, a illa, tal e como a entendeu Long, é para pasear cos pés, pisando a terra.

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  9. Desconocía la existecia de la Asociacion Illa das Esculturas que comentas, la he buscado y leyendo sus denuncias da un poco de pena saber algunos motivos ocultos, casi valdría decir premeditados, que se encuentran detrás del deterioro y falta de mantenimiento.
    Pienso que en una recuperación real del lugar sería positivo involucrar activamente a la Facultade de Belas Artes de Pontevedra (donde tengo viejos amigos y compañeros), poniendo la isla en valor, tal vez organizar alguna muestra en relación a los trabajos en el paisaje vinculada o no la Bienal de Pontevedra... es decir, conseguir que el proyecto no sea un OVNI que ha caído en Pontevedra, sino algo magnífico, una oportunidad para socializar el arte y hacerlo llegar a la gente.
    Creo que lo que dices es cierto, esa hierba no desmerece a la obra de Richar Long, sino que en realidad le da vida, y que la urbanización de la isla es una amenaza, mejor olvidarse de kioskos, aparcamientos, chiringuitos o fuentecitas como las que pusieron soto excusa de adecuación y mejora del lugar... en cuanto a juegos, también de acuerdo, aunque se me ocurren trabajos como los del arquitecto, paisajista, escultor y artista del land art Isamu Noguchi que habrían sido una magnífica ocasión de en ese u otro lugar.
    Lo que la isla necesita es algo de cuidado y mantenimiento y, sobre todo, vivirla, disfrutarla, que la gente la tome como algo propio, como un proyecto digno del que sentirse orgulloso, que la usen... eso pasaría por inciativas y actuaciones más de carácter cultural, dinamizadoras, que de obra civil o de equipamientos; su valoración disminuirá seguramente el vandalismo, es algo que se ha observado en diferentes lugares.
    En mi opinión es de lo mejor que ha quedado de los Xacobeos (algunas cosas buena más hay, reconozco, alguna se me ocurre, aunque más bien pocas).

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  10. Vuelvo a leer el comentario de Occam, y más allá de la concepción aristotélica del arte (hace tiempo que se rompió esa dependencia imitativa de la naturaleza) sí que pienso que en efecto, los trabajos de Long y de algunos otros artistas no radican sólo en las piezas en sí, sino que éstas constituyen también una suerte de signo que invita a mirar el paisaje en que se inscriben y del que pasan a formar parte sutil (uso premeditadamente el término paisaje en su condición de constructo creado por la mirada), lo cual las posiciona en una trayectoria que las relaciona con planteamientos como los de Kaspar David Friedrich, o incluso Nicolas Poussin, salvando las distancias estilísticas y de época.

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  11. Diferente del trabajo de Long, y también interesante, la pieza en la Isla que realizó Robert Morris, reproducción de unos de los petroglifos gallegos más conocidos, el llamado laberinto de Mogor, tallado en piedra en la península del Morrazo, con todo el cúmulo simbólico que conlleva la figura del laberinto.
    Sin embargo, ante la potencia de estos signos y monumentos antiguos, los trabajos que se realicen sobre o en referencia a ellos necesariamente quedan disminuidos; es el problema que le veo a algunos de las obras de Morris y otros artistas, como su Observatorio de Arhhem, Holanda (luego reproducido en Lelystad, y que visité con nuestro compañero de blog Alexander Mart hará quince años), aunque también tienen su atractivo.

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