Día Forestal Mundial, 21 de marzo

Fragas e soutos en As Salgueiras

Por Francisco Figueroa

Hoy, comienzo de la primavera, se celebra el Día Mundial del Árbol, o Día Forestal Mundial, una jornada para reflexionar sobre los bosques, su mundo y disfrutarlos.

Como comentamos a comienzos del 2011, la ONU proclamó éste como Año Internacional de los Bosques, así que tenemos doble motivo para hablar de los ellos, es decir, de esos complejos sistemas cuya imagen más característica es la del conjunto de árboles que lo forman, pero que en realidad son un tejido dinámico de relaciones entre seres vivos sobre el suelo en que se asientan, mucho más que la mera acumulación de árboles de un cultivo forestal (con todo lo necesario y positivo que esto último pueda ser si se gestiona adecuadamente), y entre los bosques a conservar y proteger, los bosques autóctonos, especialmente los antiguos, en los lugares donde aún quedan.

La intención de dedicar tal o cual día o año a una causa es la excusa para crear un estado de opinión que colabore a tomar conciencia y a la consecución de objetivos, por lo que en este sentido nos unimos a este buen fin desde As Salgueiras, donde venimos actuando en la mejora de nuestros bosques y árboles, tanto con la conservación y regeneración de las saucedas y fragas de robles y castaños, o los frutales de antiguas variedades que allí existen, al tiempo que fomentamos su conocimiento y disfrute, condiciones fundamentales para la preservación de ese legado.

No sólo hay que recordar las importantes funciones que árboles y bosques juegan en el contexto ambiental y también para los seres humanos y que iconográficamente viene reflejado en el logo que representa este Año Internacional. Además, los bosques se han convertido en todo el mundo en símbolo de la necesidad de proteger el entorno, y cada vez somos más conscientes de la pérdida irreparable que supone la destrucción de bosques primarios y con ellos de la biodiversidad que cobijan en su interior o a la que influyen en derredor suyo, pues sus efectos trasciende el territorio en que se asientan.

El aspecto de celebración que suponen estas conmemoraciones tiene que ver con la relación que las personas establecemos con ellos, como parte del vínculo que existe con la naturaleza, y así es fácil que días como hoy ocurran eventos en que la plantación de árboles suponga el atractivo central y con carácter festivo en que la comunidad se encuentra alrededor de un gesto tan positivo y simbólico, algo que se institucionalizó ya a mediados del siglo XIX en Suecia y pocas décadas después también en Barcelona, aunque en Villanueva de la Sierra (Cáceres) festejan su día del árbol desde hace ya 206 años, coincidiendo con el carnaval.

Los árboles despiertan nuestra empatía y los bosques tienen en nosotros un efecto acogedor,que nos permite detenernos a contemplar y dar tiempo a la mirada interior; su efectos relajantes y terapéuticos son necesarios para nuestro equilibrio emocional y psicológico, así como para la salud en general.

En As Salgueiras nos sumamos a multitud de asociaciones y e instituciones en la celebración de este día, ocasión para pensar en lo que los bosques y los árboles nos aportan y rememorar las experiencias que nos hacen vivir.