Mucho cuidado con los cocodrilos, vienen despacio y nunca los ves, se la comieron sonriendo tranquilos, yo me di cuenta y me fui por pies.
Este es un fragmento de la canción en la que Cristina Rosenvinge, mirando al pasado, cuenta donde estaban los peligros que hicieron daño a su generación. Las drogas se llevaron a mucha gente, pero otros, mordidos por los cocodrilos, siguen entre nosotros deseando curarse, para ellos el Proxecto Home mantiene comunidades terapéuticas para la la desintoxicación y reincorporación social.
Arte e Soliedariedade es la exposición nacida de la donación de obra de 107 artistas para ayudar a financiar esta causa, supone una radiografía del arte gallego actual y puede visitarse actualmente en la sala de exposiciones de la Fundación Caixa Galicia en A Coruña.
En la foto: Mar das duas Marolas, 96x96 cm, imagen sobre lienzo, Xulio Correa, 2007
Bonito proyecto solidario.
ResponderEliminarY preciosa obra con esa fuerza sublime de un mar bravío que nos atrae.
¿Es por la costa de Dexo?
Yo creo que el arte es siempre solidario; por insolidario que sea el creador, el arte nos conecta con lo estimulante de la vida, con lo enigmático, con aquello que sospechábamos pero no llegábamos a ver... En fin, con lo grandioso —como esta foto— y con aquello que nos muestra la armonía de la vida, por usar la dicotomía "bello-sublime" que ya ha aparecido en este blog.
ResponderEliminarEl artista, digamos, romántico, el genio solitario y faústico que contempla la realidad como mirándola por encima del hombro es uno de los fardos con los que carga cierto arte desde el XIX. Por eso me parece estupenda esta iniciativa 'Arte e Soliedariedade'. Es muy bueno que el arte y los artistas se pongan al servicio de los demás y, además de deleitarnos con sus obras, ayuden a gente concreta.
Sin el arte la vida sería muy aburrida.
Magnífica foto. Pena que no se pueda ampliar un poco más.
ResponderEliminarDa igual que sea la costa de Dexo. Es el mar imponiendo respeto, advirtiéndonos de su fuerza y de lo pequeños que somos ante él.
ResponderEliminarArte y solidaridad me recuerda a aquella película de los años 40, "Los viajes de Sullivan". El protagonista se dedica al cine y lo deja porque quiere solidarizarse con la gente que, después de la depresión, está pasándolo muy mal. Intenta hacer algo más productivo y útil que el cine. Pero un día cae en la cuenta de que lo que quiere la gente que sufre es reirse, y eso es posible gracias al cine. Sullivan ve que con sus películas puede hacer mucho más de lo que creía por quienes están en una situación de crisis.
ResponderEliminarEstoy de acuerdo, Alejandro, no es lo realmente importante. Pero a mí, además de lo importante, también me interesa íntimamente por cierta querencia personal al paisaje marino del golfo ártabro y por una fijación en las rocas a modo de diminutas islas en el mar.
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