Empieza un nuevo año, y en Cefine tenemos mucha ilusión por continuar con el proyecto de terapias ecuestres en As Salgueiras. El otro día, un médico amigo nos preguntó qué evidencia científica tenía eso de la hipoterapia y demás terapias ecuestres. Hablando con él, nos percatamos de que no basta sólo con que nosotros lo sepamos, sino que tenemos que mostrarlo.
Por eso, de entre toda la documentación científica con la que trabajamos, nos parece oportuno mostrar aquí un exhaustivo trabajo de revisión de artículos científicos sobre terapias ecuestres. Fue realizado en el año 2007 por John A. Sterba, y ha sido documentado y traducido por Ana Lista para el proyecto de investigación de terapias ecuestres en As Salgueiras.
Las conclusiones de este trabajo eran:
- Los movimientos tridimensionales del paso del caballo, generan en el jinete (en este caso, niños con parálisis cerebral) una normalización de los movimientos pélvicos, siendo muy próximos a los movimientos pélvicos que desarrollan los individuos sin discapacidad durante la marcha.
- La sensación de movimiento rítmico y fluido que proporciona la monta produce una mejoría en la co-contracción, estabilidad articular, y transferencia de peso así como en las reacciones de equilibrio y enderezamiento.
- Además, las terapias ecuestres producen mejorías a nivel de la estabilidad postural dinámica, generan recuperación de las alteraciones motoras y proporciona un feedback en el control postural del niño.
Me parece que está muy bien explicado, hasta los que no tenemos conocimientos médicos creo que lo entendemos. Quizás algún día tengamos que plantear una pequeña jornada para los médicos. Una toma de contacto pudo ser el congreso internacional sobre parálisis cerebral, pero es evidente que hay que seguir persistiendo en esta labor de comunicación y difusión de las TAA.
ResponderEliminarUn problema de estas terapias, es la falta de conocimiento de los profesionales, pero según nos confirman en la asociación AETANA (asociación española de terapias asistidas por animales),este tipo de actividades se encuentra con el problema de que las instalaciones hípicas (donde habitualmente se encuentran los caballos), en pocas ocasiones reúnen las condiciones adecuadas para la práctica de las TAA. En otros casos, las actividades se organizan basadas en el voluntariado y pocas veces tienen las suficiente continuidad para consolidad a los profesionales y para seguir de forma seria las terapias.
Por mi parte, también sumaría otro problema: El deseo de encontrar en los animales -nuestros compañeros de viaje en la vida y el planeta- una formula mágica para mejorar nuestras dolencias, acaba generando actividades o noticias en los medios de comunicación, de dudosa solvencia científica, lo cual, no me extraña que despierte ciertas cautelas en los profesionales de la medicina.
Creo que el rigor con que se plantea las cosas CEFINE, es un buen antídoto contra estos peligros y es que... hay amores que matan.
Muy interesante.
ResponderEliminar¿Y sobre el vínculo emocional? ¿Se ha observado algún tipo de apego por parte de algún paciente hacia los animales?
Nos alegra que plantees esta pregunta RR: ¿qué hay del vínculo afectivo entre paciente-animal?
ResponderEliminarEl trabajo de revisión bibliográfica que os hemos presentado, se ciñe únicamente a la eficacia de las terapias ecuestres en el tratamiento de la función motora gruesa en niños con Parálisis Cerebral (PC), pero tenemos evidencias para contestar a tu pregunta:
La primera de ellas es la opinión de los expertos de Cefine que realizan estas terapias en As Salgueiras. Desde su experiencia profesional nos aseguran que sí, que se establece un vínculo afectivo entre el paciente-caballo, que entre otras cosas, hace que aumente de forma espectacular la motivación y adherencia al tratamiento. No olvidemos que la opinión de los expertos, aunque en el último nivel, está contemplada dentro de los rangos de la evidencia científica, por ello no debemos restarle importancia.
me parece asombroso.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
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ResponderEliminarYo creo que lo que comentas es en parte debido a ese vínculo "biofílico" o como lo queramos llamar, pero que es un vínculo de ida y vuelta, algo que tenemos hacia los animales,en este caso el caballo, pero que desde el otro lado también hay un vínculo, de carácter similar. Esos vínculos me da la sensación de que no son únicamente una cuestión de pulsión de los seres vivos en sintonía con la propia vida y con otros seres vivos, me pregunto si también hay algo de empático, "emocional" desde la parte equina hacia nosotros...
ResponderEliminarLos caballos dan mucho.
Nos alegra que plantees esta pregunta RR: ¿qué hay del vínculo afectivo entre paciente-animal?
ResponderEliminarEl trabajo de revisión bibliográfica que os hemos presentado, se ciñe únicamente a la eficacia de las terapias ecuestres en el tratamiento de la función motora gruesa en niños con Parálisis Cerebral (PC), pero tenemos evidencias para contestar a tu pregunta:
La primera de ellas es la opinión de los expertos de Cefine que realizan estas terapias en As Salgueiras. Desde su experiencia profesional nos aseguran que sí, que se establece un vínculo afectivo entre el paciente-caballo, que entre otras cosas, hace que aumente de forma espectacular la motivación y adherencia al tratamiento. No olvidemos que la opinión de los expertos, aunque en el último nivel, está contemplada dentro de los rangos de la evidencia científica, por ello no debemos restarle importancia.
Por otra parte, la evidencia científica propiamente dicha, también ha demostrado dicho vínculo, y en diferentes grupos de población (personas con demencia, esquizofrenia, PCI, lesionados medulares, autismo, discapacidad psíquica…). Quizás las medidas de este vínculo afectivo-emocional, son casi siempre indirectas, pues no se plantean estudios con escalas que midan directamente el vínculo afectivo. Pero cuando comparamos dos tipos de terapia: por ejemplo, las terapias ecuestres con el tratamiento clásico de fisioterapia, y se logran mayores beneficios a nivel emocional y psicológico en las terapias ecuestres, cabe pensar que la relación paciente-animal es clave en la consecución de dichos objetivos. Precisamente sobre este tema estamos preparando un artículo científico, Lucía Vázquez y yo, que presentaremos aquí en su momento. Pero por ir adelantando algunas referencias, puedo citar el estudio de Carrie y cols.,(2007), que evalúa la eficacia de un programa de terapias ecuestres en el tratamiento de niños con problemas emocionales severos. A través de diferentes escalas de medición, concluyen que este tipo de terapias reporta resultados cualitativos estadísticamente significativos. En el ámbito del austimo, destaca el estudio controlado llevado a cabo por Bass y cols., (2009); quienes observaron las siguientes mejorías en el grupo experimental: la motivación social y reducción de los síntomas de inatención, distracción y comportamientos sedentarios. Por último, me gustaría citar un estudio llevado a cabo en Lechner (2007) en pacientes con lesión medular, en los que se comparaba la hipoterapia con otros dos tratamientos clásicos de fisioterapia. Además de estudiar el efecto de esta terapia en la espasticidad de los pacientes, se hizo alusión a su bienestar mental. Para ello se utilizó una escala de valoración que atiende al estado de ánimo, la motivación, la autoestima, y el sentimiento de vitalidad. Los resultados dicen que existen diferencias estadísticamente significativas, a favor de la hipoterapia, en el aumento del bienestar en estos pacientes.
ResponderEliminarSiento mucho este lío de entradas que he hecho, parace que los post a través de la opción URL o Anónimo, no van muy bien. Lo intenté varias veces, pero desaparecían, a ver si a lo largo de la tarde no aparecen 20. Cosas de la tecnología.
ResponderEliminarCon respecto a lo que apunta Manu, tienes mucha razón. Las terapias ecuestres, así como el resto de Terapias Asistidas por Animales (TAA) han de ser llevadas a cabo por profesionales expertos en este campo. Además, es muy conveniente que tengas conocimientos específicos de las patologías que acusan sus pacientes, por ejemplo, en este caso, los expertos de Cefine son al tiempo expertos en procesos neurológicos. Así mismo, es importante contar con la colaboración de expertos en comportamiento animal. En As Salgueiras sí contamos con ese recurso humano.
ResponderEliminarPor último, estas terapias necesitan un espacio especialmente preparado para ellas, sin barreras, sin distracciones que puedan perturbar a los caballos, y en las condiciones óptimas de salubridad
Felicidades Ana por la cantidad de información científica que manejas. Y no es fácil. No es fácil encontrarla!! Tampoco lo es clasificarla por niveles de evidencia científica. Pues hay de todo. Y luego hay que estudiarla, traducirla y por último compartirla. Cosa esta última que tampoco todos los investigadores están por la labor. Por eso, estamos muy agradecidos por tu trabajo desinteresado y de tantísimo rigor. Como dije arriba, nosotros llevábamos años humildemente haciendo nuestro trabajo con los caballos, sabiendo que era efectivo con nuestras propias vivencias y experiencias, que como muy bien comentas ya suponen un nivel de evidencia científica aunque sea el último. Pero haber documentado desde el ámbito científico de más alta evidencia nuestro trabajo es algo que nos congratula mucho y te agradecemos profundamente. Esperamos seguir en esta línea de investigación que hemos iniciado y que tan bien diriges para que algún día no muy lejano las referencias que aquí se posteen aparezcan también nuestros apellidos.
ResponderEliminarimpresionante
ResponderEliminaránimo
Hace apenas unos minutos, al acabar sus sesión de hipoterapia, un niño acompañado por sus padres vino a recoger los ponis al campo. Supongo que tienen por costumbre hacer lo mismo todos los días, porque me comentaron muchas anécdotas de cada uno de ellos. que si uno es el más travieso, que si otro es un juguetón...
ResponderEliminarEl niño había estado muy contento durante toda la sesión de hipoterapia, incluso cantaba con los dos hipoterapeutas y los auxiliares, pero me sorprendió muchísimo la actitud con los ponis normalmente sus comentarios suelen ser muy escasos o descontextualizados, pero conforme los reunía para traerlos a la cuadra, parecía tener una palabra de cariño para cada uno de ellos.
No dejan de sorprenderme estas reacciones entre los niños y los animales.
Una de las que más nos sorprendieron aconteció en el campus de Santiago a donde llevamos los ponis con un pequeño coche de caballos. Nos acompañaban algunos niños de ADISCORDES, Una niña con parálisis cerebral severa,(perdón por la posible expresión poco apropiada) estaba en su sillíta como un trapito inanimado. En un momento uno de los ponis se volvió hacia a ella y se la quedó mirando como hipnotizado. la niña se incorporo un poco, con mucho esfuerzo. tensionó todo su cuerpo y pareció adquirir expresividad mientras miraba el poni. Permanecieron así –mirándose uno a otreo- durante un tiempo que nos pareció muy largo y las personas que asistimos a la escena Antonio Presidente de ADISCORDES, yo mismo y la madre, nos encontramos tan emocionados que comprobamos que a todos se nos habían humedecido los ojos.
Tanto Antonio como yo, hemos comentado muchas veces esa escena, podría ser que nosotros nos equivocáramos por querer ver algo donde nada había, pero la madre no podría confundirse, conocía perfectamente a su hija y nos advirtió de que aquella nunca antes había visto esa reacción.
Esto no tiene ningún valor científico y me da un poco de apuro comentarlo aquí después de tantas referencias detalladas por Ana Lista, pero me parece a mi, que algo encuentran los niños en los caballos y estos también tienen con ellos.un comportamiento que no es el habitual
Algunos dicen que se debe a la “sinceridad” de ambos, los pacientes (sobre todo autístas) dicen que tienen una especial sensibilidad para el lenguaje corporal (hablan incluso del pensamiento en imágenes), esta capacidad curiosamente la comparten con ls chamanes y los caballos y en esa relación se basa un libro testimonio que se llama El Niño de los caballos, donde se relata un viaje de unos padres con su hijo autísta por las tierras de los mongoles, detrás del origen de la domesticación de los caballos y los vestigios de unos chamanes que al parecer presentan en su infancia síntomas de autísmo.
Es solo una curiosidad, pero quizás las observaciones de los padres del “niño de los caballos” al final puedan ser contrastadas por algún estudio -si no lo han sido ya- por parte de algunos autores citados por Ana LIsta.
saludos
Hace apenas unos minutos, al acabar sus sesión de hipoterapia, un niño acompañado por sus padres vino a recoger los ponis al campo. Supongo que tienen por costumbre hacer lo mismo todos los días, porque me comentaron muchas anécdotas de cada uno de ellos. que si uno es el más travieso, que si otro es un juguetón...
ResponderEliminarEl niño había estado muy contento durante toda la sesión de hipoterapia, incluso cantaba con los dos hipoterapeutas y los auxiliares, pero me sorprendió muchísimo la actitud con los ponis normalmente sus comentarios suelen ser muy escasos o descontextualizados, pero conforme los reunía para traerlos a la cuadra, parecía tener una palabra de cariño para cada uno de ellos.
No dejan de sorprenderme estas reacciones entre los niños y los animales.
Una de las que más nos sorprendieron aconteció en el campus de Santiago a donde llevamos los ponis con un pequeño coche de caballos. Nos acompañaban algunos niños de ADISCORDES, Una niña con parálisis cerebral severa,(perdón por la posible expresión poco apropiada) estaba en su sillíta como un trapito inanimado. En un momento uno de los ponis se volvió hacia a ella y se la quedó mirando como hipnotizado. la niña se incorporo un poco, con mucho esfuerzo. tensionó todo su cuerpo y pareció adquirir expresividad mientras miraba el poni. Permanecieron así –mirándose uno a otreo- durante un tiempo que nos pareció muy largo y las personas que asistimos a la escena Antonio Presidente de ADISCORDES, yo mismo y la madre, nos encontramos tan emocionados que comprobamos que a todos se nos habían humedecido los ojos.
Tanto Antonio como yo, hemos comentado muchas veces esa escena, podría ser que nosotros nos equivocáramos por querer ver algo donde nada había, pero la madre no podría confundirse, conocía perfectamente a su hija y nos advirtió de que aquella nunca antes había visto esa reacción.
Esto no tiene ningún valor científico y me da un poco de apuro comentarlo aquí después de tantas referencias detalladas por Ana Lista, pero me parece a mi, que algo encuentran los niños en los caballos y estos también tienen con ellos.un comportamiento que no es el habitual
Algunos dicen que se debe a la “sinceridad” de ambos, los pacientes (sobre todo autístas) dicen que tienen una especial sensibilidad para el lenguaje corporal (hablan incluso del pensamiento en imágenes), esta capacidad curiosamente la comparten con ls chamanes y los caballos y en esa relación se basa un libro testimonio que se llama El Niño de los caballos, donde se relata un viaje de unos padres con su hijo autísta por las tierras de los mongoles, detrás del origen de la domesticación de los caballos y los vestigios de unos chamanes que al parecer presentan en su infancia síntomas de autísmo.
ResponderEliminarEs solo una curiosidad, pero quizás las observaciones de los padres del “niño de los caballos” al final puedan ser contrastadas por algún estudio -si no lo han sido ya- por parte de algunos autores citados por Ana LIsta.
saludos
Efectivamente, sabemos que las terapias ecuestres tienen beneficios psicológicos en los usuarios de las mismas, pero además podemos echar mano de la literatura científica y comprobar que a algunos profesionales inquietos como todos nosotros algún día se les dio por realizar un trabajo exhaustivo de medición, análisis y control de variables en el que no sólo se hable del aumento de la sensación de bienestar, sino también de síntomas atencionales, de trastornos de conducta o habilidades de comunicación que mejoran y se reflejan porque han sido medidos con la misma metodología que se usa para la práctica clínica y que por tanto ayuda a universalizar los resultados. Aún y así, todavía queda mucho que hacer en el análisis científico de los beneficios de las terapias ecuestres, y en esas andamos...
ResponderEliminarAlgunos dicen que se debe a la “sinceridad” de ambos, los pacientes (sobre todo autístas) dicen que tienen una especial sensibilidad para el lenguaje corporal (hablan incluso del pensamiento en imágenes), esta capacidad curiosamente la comparten con ls chamanes y los caballos y en esa relación se basa un libro testimonio que se llama El Niño de los caballos, donde se relata un viaje de unos padres con su hijo autísta por las tierras de los mongoles, detrás del origen de la domesticación de los caballos y los vestigios de unos chamanes que al parecer presentan en su infancia síntomas de autísmo.
ResponderEliminarEs solo una curiosidad, pero quizás las observaciones de los padres del “niño de los caballos” al final puedan ser contrastadas por algún estudio -si no lo han sido ya- por parte de algunos autores citados por Ana LIsta.
saludos
Conocía esta historia y me fascina. Me gusta mucho porque eso pasa tal cual lo describe Manu. Es una conexión pura, innata, como hemos comentado muchas veces en este foro parte de la hipótesis de la biofilia y como bien apunta Manuel también de que parece ser que los autistas y los caballos conectan muy bien por el pensamiento en imágenes. Precisamente creo que eso tiene mucho valor científico, pues es una experiencia. Y la experiencia es la madre de todas las ciencias. Si después de haber experimentado y compartido estas experiencias, vemos que los autores que han revisado los artículos científicos en revisiones que manejamos nos dan la razón...eso es ciencia!!!
ResponderEliminarManu lo que has escrito es muy interesante, y yo personalmente, agradezco que todos compartáis aquí estas experiencias, pues no olvidemos que, lo primero que necesitamos para investigar es la experiencia, que es la madre de todas las ciencias. Experimentar, sentir, OBSERVAR, establecer relaciones, advertir necesidades... sin todo esto no hay ciencia. Todo ello forma parte del método científico. Sin sembrar la duda, la curiosidad, la comparación... no haríamos investigación. Si a Newton no le hubiese caído una manzana en la cabeza, quizás hoy no conoceríamos la teoría de la gravedad tal y como nos la han contado. Si no existiese Cefine, y el equipo humano con el que cuenta, siempre preocupados por ofrecer lo mejor a sus pacientes y respaldar sus actividades con el rigor científico, y As Salgueira, en donde podemos disfrutar de un espacio natural inmejorable, en donde poder hacer esta actividad, no estaría referenciando todas estas fuentes en este foro.
ResponderEliminarCon respecto a la última duda que planteas, si estas observaciones de los padres han sido referenciadas por algún autor, pues te diré que sí. Aquí tendría que entrar un poco en cuestiones metodológicas, pero lo cierto es que es un tema un poco arduo. Pero en resumen, hay muchos estudios de carácter CUALITATIVO que se basan precisamente en eso, en reportar y medir la opinión que los padres tienen de las terapias ecuestres, e incluso los propios pacientes (cuando el nivel cognitivo lo permite), y también la percepción de los profesionales sanitarios que dirigen las terapias. Estos estudios no tienen tanta potencia estadística (es decir, están en un escalafón más bajo de evidencia científica) pero también son muy importantes. Por ejemplo, cito a Von Arbin (1994) que estudió el efecto de las terapias ecuestres sobre diferentes variables físicas y psicosociales en niños con discapacidad física, a través de entrevistas con los padres, los pacientes y los fisioterapeutas. O Van Dyk (1994) que estudió el desarrollo físico y mental de niños con daño cerebral, a través de las observaciones de padres y profesionales sanitarios recogidas durante todo un año.
ResponderEliminarCabe destacar, que en este tipo de estudios, los datos de carácter cualitativo (esto es, la opinión de padres, expertos, pacientes) en la inmensa mayoría de los casos, producen resultados estadísticamente significativos, a favor de las terapias ecuestres en relación a diferentes aspectos (bienestar, mejora de la comunicación no verbal, disminución de niveles de ansiedad, etc). No siempre ocurre así con los datos cuantitativos. Pero siempre es muy interesante recoger todos estos datos, de carácter más subjetivo, porque cuando la significancia estadística no nos avala, nos permite dar una explicación plausible a nuestras terapias.
Una de las cuestiones me llaman la atención en estas cuestiones es donde hay un cruce de saberes, una frontera o territorio que comparten distintas disciplinas, cada una con su enfoque y su metodología.
ResponderEliminarA mi, simplemente como persona curiosa, me interesa mucho la etología y también la antropología. En ambos saberes encontré distintas formas de tratar problemas parecidos. Por avatares de la vida, me otorgó la fortuna la ocasión de ayudar como simple auxiliar o colaborador en estas disciplinas y me sorprendí cuando lo que escuchaba en la casa de una meiga acababa publicado en revistas científicas y llegaba a formar parte de material didáctico en facultades de medicina. También aprendí como determinadas formas de percepción humana que inicialmente pueden ser consideradas como patológicas, tienen similitudes con las que poseen algunos animales, por lo que entender a estos, nos puede ayudar a estas personas. Somos animales impregnados de cultura. Del estudio del comportamiento de los animales se interesa la etología y de la cultura la antropología.
El otro día leí sobre un neurólogo que mantenía la razón del mito de la sombra de la arpía relacionada con el Pico Sacro y el Ictus paralizante. Esa enfermedad y sus síntomas quedaba explicada con el mito. Los hombres de la antigüedad conformaban la cultura y los mitos y estos acaban modelando la forma de percepción. La ciencia tiene que tener esto en cuenta, tanto para corregir los datos de sus análisis, como para explorar nuevas líneas de investigación.
Bueno... Llegando de realizar las primeras sesiones de hipoterapia de este nuevo año 2011, da gusto ver como van aflorando los frutos del trabajo y con el rigor que siempre hemos intentado darle. Ana, me sumo al agradecimiento de Serafín por tu trabajo y tu impagable aportación. Desde mi formación en hipoterapia hace ya unos 10 años, siempre ha sido casi una "obsesión " buscarle el rigor científico que se merece, pues los resultados, aunque no milagrosos, eran y son muy evidentes.
ResponderEliminarEs un gusto, un placer y un privilegio contar con un equipo asi, eso sumado al entorno e instalaciones de lujo que nos proporcionan en As Salgueiras... ¡Esto si es empezar bien el año!
Saludos.