Por Lucía VázquezHasta no hace mucho tiempo estas personas eran confinadas, casi siempre de por vida, en los hospitales psiquiátricos, donde no recibían más tratamiento que el farmacológico. A partir de los años 90 surge un nuevo modelo de intervención denominado rehabilitación psicosocial, gracias al cual el tratamiento no sólo debe centrarse en reducir los síntomas psicóticos sino sobre todo en ayudar a capacitar a la persona para desenvolverse eficazmente en un determinado medio social. La TAA actúa precisamente sobre síntomas que colaboran en esta rehabilitación.
Cuando comencé a trabajar en psicoterapia teníamos un grupo terapéutico de pacientes con diagnóstico de esquizofrenia. El objetivo de este grupo era hacer crecer lo que el profesor Emilio Gutiérrez llama la PARTE SANA, en lugar de actuar sobre la PARTE ENFERMA (sin negar que ésta estaba presente). Recuerdo a una chica que tuvo que luchar mucho por conseguir que le dejaran cuidar de su hija por sí misma y, pese a los síntomas, su parte sana se iba haciendo tan grande que conseguía demostrar cada día que podía salir adelante.
Yo no entiendo mucho, pero tengo entendido que la esquizofrenia tiene origen en problemas del desarrollo neuronal y que es hereditaria. ¿Cómo pueden arreglar un daño tan profundo las terapias con animales?
ResponderEliminarMichel Foucault estudió la génesis y el desarrollo de las mentalidades fijando su atención en la evolución histórica de las instituciones. En una de sus obras, analizó el devenir del manicomio, de las instituciones cuyo cometido era la reclusión del loco, del que había perdido la razón. La idea de Foucault era estudiar la racionalidad de la sociedad considerando qué se entendía en ella por lo opuesto a la razón, o sea, por la locura. Estudiando cómo una sociedad y sus instituciones trataban a los locos, analizaba los discursos de poder institucionalizados en esa sociedad. La reclusión en un mismo ámbito de vagabundos, alcohólicos, depresivos, etc. pretendía fijar un patrón socialmente reconocido de lo normal, de lo admitido. Pero quienes eran recluidos difícilmente podían integrarse algún día en esa sociedad que los apartaba de la normalidad y mucho menos llegar a paliar su patología, fuera esta del orden que fuera.
ResponderEliminarTraigo esto a cuento porque me parece un planteamiento muy acertado el reforzar la "parte sana" de quien padece una patología sin quedarnos atrancados en su "parte enferma" y darlo por perdido. El ser humano es capaz de generar muchos recursos adaptativos para socializarse y afrontar su vida con las limitaciones que su enfermedad le haya impuesto. Lo que plantea esta entrada, sea con TAA o con otro tipo de tratamientos, me parece muy acertado.
Como siempre hemos dicho las TAA deben entenderse como un tratamiento coadyuvante que se complementa con otras intervenciones a muchos otros niveles (farmacológico, psicoterapéutico, familiar, social,...) Creemos que en ningún caso debe ser concebido como una nueva terapia encaminada a abordar de manera exclusiva una determinada patología. En general, los programas de rehabilitación se deben realizar desde un enfoque multidisciplinar en el cada área trabaja con unos objetivos determinados bien delimitados.
ResponderEliminarEn relación a lo que comentas Al, el desarrollo de la esquizofrenia está mediado por la predisposición genética, pero también existen variables ambientales que modulan tanto su aparición como su desarrollo.
Una vez que la enfermedad se ha desarrollado las TAA no estarían destinadas a "arreglar" ese "daño tan profundo", si no que perseguirían ayudar en la mejora de algunos de los síntomas asociados, con el fin de facilitar la rehabilitación y reinserción psicosocial.
En la época en la que estas personas permanecían institucionalizadas, estos síntomas no eran contemplados, sólo se atendía a la contención de la sintomatología psicótica (delirios, alucinaciones) y al confinamiento del paciente con esquizofrenia.
En un programa de TAA las personas con esquizofenia tendrían a su disposición una herramienta complementaria al tratamiento habitual, que facilitaría mejorar sobre todo su funcionamiento social y su bienestar, lo cual contribuiría a una mejor adaptación al medio.
Los organismos vivos son sistemas emergentes, es decir, un conjunto de elementos interrelacionados en el que el todo es más que la suma de las partes.
ResponderEliminarSegún el pensamiento sistémico, todos los seres vivos, incluido el hombre, están estrechamente relacionados entre sí, constituyendo una red que conocemos como ecosistema.
Pienso que en el caso de una persona con una patología el intensificar sus vínculos con otros seres vivos tiene que fortalecer su parte sana y quizá disminuir los efectos nocivos de su parte enferma, o tal vez aislarlos para controlarlos mejor e impedir que se adueñen por entero del enfermo. Creo que en este sentido el contacto con la naturaleza, con el paisaje, con otros seres vivos y, sobre todo, con la familia, siempre será terapéutico.
Yo no se mucho de esto, pero hace ya unos cuantos años, había mucha simpatía en Europa entre los jovenes, un movimiento que denominaban "antipsiquiatría". el planteamiento, era que cuando se diagnosticaba a una persona como loco, toda la sociedad le asignaba ese rol y su recuperación era así mucho más dificil. Esa facultad que otorgamos al que diagnostíca, supone que dictamina sobre lo que es "normal" o no y representa un enorme poder.
ResponderEliminarPOr ejemplo todavía algunos profesionales opinan que la diversidad sexual es una patologia y no hace mucho se trataba con electroshoc.
Cuando en mi circulo cercano se diagnosticó una esquiciofrenia, lo primero que ocurrió, es que todos los que nunca habíamos percibido la enfermedad, fuimos informados de que existía e inevitablemente eso cambió nuestra actitúd. otro dato sorprendente, es que la medicación aplacó algunos sintomas como la risa sin causa alguna, pero provocó un embotamiento y un deterioro físico que se detectó en poco tiempo.
Por otra parte, a través de la lectura de algunos antropologos, conocí la actitúd de algunas culturas con las perssonas con discapacidad psiquica y me sorprendió que estaban totalmente asimilados y respetados.
Un amigo mío psiquiatra de profesión, decía que la "normalidad" era un caso muy concreto y específico de la regla general en los hombres, que es la "anormalidad". Por una cosa o por otra, todos tenemos nuestras rarezas, nuestros puntos oscuros. Dar con alguien totalmete normal es muy poco frecuente. Y es posible que convivir con el sea muy aburrido.
ResponderEliminarLucía, creo que has justificado muy bien la necesidad de contemplar la TAA como parte de los programas de rehabilitación de las personas que sufren una patología psiquiátrica, como puede ser la esquizofrenia. Me ha gustado sobretodo ese enfoque positivista que le has dado a la rehabilitación de estos pacientes.
ResponderEliminarDesde el año 46 la Organización Mundial de la Salud (OMS) define la salud como un concepto positivo, de forma que se entiende que estar sano no es solamente no tener ninguna enfermedad o infección, sino que se trata de un estado de bienestar físico, mental y social. Precisamente porque el ser humano es un todo, y es humano en sociedad, debemos de preocuparnos por “cuidar” todas sus partes, con la certeza de que su bienestar social, emocional, psicológico…repercutirá en su estado físico, y a fin de cuentas, estaremos aumentando su calidad de vida.
La TAA, desde la evidencia científica, es una apuesta segura por una rehabilitación integral y holística de la persona, pues más allá de sus importantísimos beneficios a nivel orgánico, proporciona bienestar psicológico, disminuye los niveles de ansiedad, refuerza las redes de apoyo social y fortalece los lazos afectivos, entre otras cosas.
"La salud es principalmente una medida de la capacidad de cada persona de hacer o convertirse en lo que quiere ser." René Dubos.
Veo que hasta el ejercicio físico es bueno para tratar la esquizofrenia:
ResponderEliminarhttp://www.medcenter.com/medscape/content.aspx?id=25302&langtype=1034
Pensando sobre el papel que pueden tener los animales en la integración social he caído en lo siguiente: en la vida social todos los seres humanos representamos roles en nuestras relaciones. Rol de padre, madre, empleado, empresario, amigo, desconocido... Mediante esos roles nos mostramos y comunicamos con los demás. Son inevitables, uno no se comporta con su novia de la misma forma en que lo haría con su hijo o con su jefe. Y, a la inversa, los demás también se nos presentan mediante un rol determinado. Los roles nos ayudan a comunicarnos mejor con los demás pero, en la vida moderna, a veces también nos constriñen, frenan nuestra espontaneidad. Incluso pueden llegar a agobiarnos. Eso no ocurre con un animal. Un perro, un gato o un caballo tendrán un rol natural, pero, siempre que tenga un vínculo positivo con él, aceptan el comportamiento de un ser humano sin necesidad de que éste represente rol social alguno, aceptan al ser humano tal y como es, tenga el estatus social o la edad que tenga. Eso significa que con los animales es posible establecer vínculos afectivos espontáneos en los que las personas pueden manifestarse de forma espontánea, sin sentirse juzgadas o evaluadas.
ResponderEliminarSupongo que esa frescura en la relación con un animal debe ser un buen soporte para ese mínimo de autoestima que precisa la rehabilitación psicosocial.
Está comprobado que el porcentaje de suicidios es muchísimo menor en personas que tienen animales domésticos en casa. Sin duda la relación con un animal debe mantener algo la autoestima.
ResponderEliminarMe gustaría compartir con vosotros este reportaje del programa "El escarabajo verde" que habla del efecto terapéutico de los animales en las personas: http://www.rtve.es/television/20110118/escarabajo-verde-doctor-animal/395881.shtml
ResponderEliminarMuy recomendable!
Muy intesante el documental, Paula. Viéndolo constato una vez más la importancia de estas terapias asistiadas por animales, para lo cual ya estoy muy concienciado a tenor de lo que se está haciendo en As Salgueiras con caballos, mulas y caballos miniatura y todo que nos están contando en esta y en otras entradas del blog Lucía, Ana y Serafín. Creo que de las Terapias Asistidas por Animales las que se realizan con equinos (caballos, mulas, burros) son de las de mayor potencial; es muy importante también el que se realicen de forma seria y con personal formado y especializado, o los efectos podrían ser contraproducentes.
ResponderEliminarOccam, encuentro acertada esa reflexión, una de las cosas buenas de la relación con los animales es que nos ven como somos, desprovistos del atrezzo cultural y los roles que hemos de asumir en sociedad; nos aceptan, o no, tal como somos. Eso es una liberación.
ResponderEliminarMe resulta aleccionador el potencial de las TAA que nos expone Lucía y el cambio de paradigmas respecto a la esquizofrenia que ha tenido lugar. Y me gusta ese sentido expandido del concepto de salud que nos comenta Ana Lista, y que implica aspectos que trascienden el "no estar enfermos"; una persona para considerar que está con salud ha de tener también una "salud" social, relacional, ambiental. La conexión con la naturaleza y con otros seres vivos, ese vínculo innato que formula la teoría de la biofilia, es parte de esa salud integral. No son sólo importantes las TAA en casos de diversidad funcional, stress, síndrome de deficiencia de atención... sino también la relación con los seres vivos y con la naturaleza, las áreas verdes, el paisaje, pasa a ser una cuestión básica y necesaria para la vida del ser humano en general, trascendiendo el aspecto (ya muy importante) de "tratamiento terapeútico" ante dolencias y discapacidades.
ResponderEliminarrelevante además lo que apunta RR sobre el papel integrador e incluso "terapeútico" de la familia (más allá de una interpretación concreta de la misma desde la política, la religión o las ideologías).