13 de enero de 2011

Caballos entre manzanos


Por Paula Leyenda

La finca donde se encuentra ubicada actualmente Galopín está cruzada por el río Cabancos. En el momento en que la empresa se estableció en la zona, tanto los márgenes como el cauce de este río estaban absolutamente degradados; el lugar parecía más una escombrera que un entorno natural.

Para recuperar este ecosistema directamente relacionado con nuestro lugar de trabajo, se comenzó por realizar trabajos de limpieza de residuos sólidos (hasta un coche encontramos), para luego proceder a la necesaria regeneración de la vegetación con flora endémica de las riberas de los ríos gallegos (alisos, abedules, sauces, hiedras…).

Esta actuación, comprometida con la comunidad y el entorno, supuso un revulsivo del lugar e incluso la administración municipal siguió el camino iniciado en la recuperación de zonas adyacentes al río. A día de hoy la ribera del Cabancos es un espacio limpio, un entorno natural agradable para disfrute de todos.

El video que ilustra esta entrada (es un vídeo casero, perdonad por la calidad) hace referencia a uno de estos espacios contiguos a la ribera del río, parte de la finca de Galopín donde se decidió seguir contribuyendo a la recuperación del medio ambiente de la comunidad en la medida de nuestras posibilidades. Esta vez se optó por salvar y recuperar ejemplares de manzanos de variedades tradicionales gallegas, consiguiendo así mantener un conjunto de árboles frutales que no solo han mejorado estéticamente el paisaje, sino que han servido para preservar el patrimonio vivo de la flora autóctona.

Los caballos del vídeo, antes correteaban y pastaban libremente por la finca de la fábrica, pero ahora han subido de categoría y se han convertido en los reyes de As Salgueiras. Allí disfrutan campando a sus anchas y disponen de todos los cuidados que necesitan, tanto desde el punto de vista material (por ejemplo, descansan en cuadras modulares antigolpes) como desde el punto de vista afectivo.

9 comentarios:

  1. Enhorabuena. Ojalá todas las empresas hicieran lo mismo con su entorno inmediato.

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  2. Un vídeo idílico. Al río han vuelto incluso las truchas, y con ellas las garzas que es posible ver ocasionalmente, o los ánades en tránsito. Y en sus riberas crecen un buen número de hongos; son indicativos ecológicos de la restauración ocurrida. Como conocí el sitio hace años, me parece impresionante el cambio, y no sólo ahí, sino lo que se ha seguido haciendo en otros tramos del río donde ha venido interviniendo la municipalidad. El ejemplo cunde. Creo que es una buena historia.

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  3. No es espectacular pero es un pequeño granito de arena que aportamos con todas nuestra ganas, una forma de devolver algo de todo lo que la naturaleza nos aporta día a día en tantos aspectos.

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  4. Imagino el gran cambio que ha dado este espacio, y es muy loable lo que habéis hecho. Ojalá sirváis como ejemplo a seguir para muchos empresarios, para que apuesten por la ecología, y el desarrollo sostenible.

    Hace unos días escuché a Jordi Pigen definir la ecología de forma tan simple y a la vez tan profunda, que me encantó, dijo: " la ecología no es más que darse cuenta de que todas las cosas subsisten en interrelación con las demás"


    ¡Enhorabuena y a seguir creciendo!

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  5. Esos manzanos, por lo que he podido observar, son de variedades tradicionales, como la manzana do Santiago, roja, más bien aplanada, con fragancia, dulce y algo ácida, la carne se tiñe de rojo al cortarla, deliciosa; también hay otras magníficas del tipo tres en cunca, camoesa, sangre de toro o tabardilla (parecida a las reinetas).
    El patrimonio varietal en Galicia es impresionante, es herencia de la cultura del medio rural gallego: el logro de muchos siglos de adaptación y selección por la gente del campo. El Centro de Investigaciones Agrarias de Mabegondo preserva ese patrimonio con una colección de más de cuatrocientas variedades de manzano y algo más de la mitad de peral en su Banco de Xermoplasma.
    La Asociación Galega de Frutais Autóctonos do Eume también están haciendo una magnífica labor de recuperación de variedades perdidas en la zona de Pontedeume y Bezoucos, y hay algunos viveristas muy concienciados.

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  6. Los caballitos que corren son una preciosidad, parecen de juguete, quiero decir, los pequeños. Con lo que les gustan las manzanas a los caballos ¡ deben estar en la gloria !

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  7. Son un tipo muy especial de caballo: los Falabella, una raza diminuta originada en Argentina. Es una larga historia con varias teorías al respecto. Son muy graciosos e inquietos, y les encantan a los niños http://www.falabella.info/home.htm

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  8. Raquel en las Salgueiras viven siete mini ponis.

    todos tienen su personalidad y saben hacer muy bien su trabajo. se dejan cepillar y mimar, están enganchados. hay unas niñas cocheras que los guián en cuartas enganchando cuatro. van sobrados de fuerza y energía.

    se llaman Rubíto, algarrobo, sipi , zape, kiko, carrizo y petiso.

    da gusto verlos salir por la mañana al campo haciendo cabriolas persiguiendose en manada, parecen caballítos de jugete, regordetes y sanos. no siempre tienen manzanas, pero también comen bellotas y manzanas, pero sobre todo, tiene mucho campo para correr y muchas hierbas para escoger, por la noche duermen a cubierto, se toman su ración de pienso y herba seca y los cuidamos del lobo, que sabemos que merodea, pero además de la jauría de mastines, hay que tomar precauciones con unos animales tan pequeñitos.

    si te apetece verlos y vives cerca, te invitamos a conocerlos.

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  9. Unos caballos galopando por un prado rodeado de manzanos, resulta una imagen tan bucólica que no parece creíble que se ubiqué en un complejo industrial

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