10 de septiembre de 2010

Platero, el caballo amigo de los niños

Por Manu Iglesias

Platerito – le llamamos cariñosamente- a pesar de ser un grandullón. Algunos niños le llaman Plateruco. Otros le cantan en las orejas mientras lo cepíllan: Plateroso el caballo mas mimoso-. Es un fuerte hispano bretón de cuello ancho y cuerpo redondo como un caballo de Botero. Tiene capa ruana – un color rojízo con blanco entreverado- y aunque no es una belleza, tiene una mirada tan tierna que a todo el mundo encandila. Platero se ganó el mando de la manada por su capacidad de resistencia. Al principio llevó muchas patadas de otros caballos, pero el nunca se rindió. Es un fajador, nadie puede con el, sin que para su liderázgo precise hacer uso de la agresividad o la violencia. Creemos que nunca ha coceado de verdad. Si acaso apenas, algún día le hemos visto amagar un saltito amenazador. Se pavonea como un señorón por la pradera con la cabeza agachada, bajando las orejas cuando pasa al lado de otros caballos, demostrando con sus gestos y leguaje corporal que es él quien manda.

Esta todo el día pendiente de aquí para allá siguiendo a las yeguas, amparando las potras, procurando mantenerlas reunidas, alejadas de cualquier peligro o amenaza. Con su aspecto de musculitos bonachón, es confiado y transmite seguridad.

Es el más querido por los niños. Todos aprendieron a montar con el y casi todos lo conocieron tirando alegre con su garnición de cascabeles, de una jardinera azul y amarilla. Los niños le dan besos cuando lo peinan, y el responde estirando su hocico con expresión de placer. Como siempre se porta bien, nunca le falta una manzana, una zanahoria o un azucaríllo que recoje delicadamente de las pequeñas manos de los niños. Como es tan seguro de si mismo y tan tranquilo, es el que más mimos recibe y eso aumenta su confianza en los humanos.

El Platero nos enseña que tenemos que confiar un poco más en nosotros mismos, para aprender a confiar en los demás. Al querernos y tener seguridad, los demás obtienen confianza y nos devuelven cariño.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Deja tu comentario en As Salgueiras